Redacción El País
La de este miércoles era una jornada planeada para ajustar el calendario de la Liga Uruguaya de Básquetbol, pero el clima una vez más no lo permitió: la alerta meteorológica que azotó el área metropolitana y el resto del país hizo que se suspendieran dos de los tres partidos fijados. El único sobreviviente fue el que se terminó jugando en Villa Biarritz, “porque la estructura de hormigón del gimnasio soporta el temporal y el viento”, indicaron desde la liga a Ovación.

A partir de las 21:00 horas iban a jugar en el Polideportivo del GPC Nacional frente a Hebraica Macabi por el partido que todavía deben de la fase regular, pero el juego pasó para este jueves a la misma hora y en el mismo lugar. Esto también posterga el juego fijado para el viernes entre Aguada y Nacional, que todavía no está fijado.

El otro postergado fue el de Peñarol ante Defensor Sporting en el Palacio Cr. Gastón Guelfi, que pasó también para la noche de este jueves en el mismo escenario y a partir de las 21:45.

Pero al final sí hubo básquetbol, y a pesar de que el diluvio y tormenta eléctrica se desarrollaron muros afuera, la alerta roja entró con Trouville a la cancha de Biguá.

Fue un partidazo desde el primer cuarto, donde el Pato comenzó mejor y llegó a sacar una ventaja de ocho puntos, pero el visitante reaccionó: emparejó el trámite y tras una buena racha consiguió irse siete arriba del tercer cuarto para empezar a soñar.

Los últimos 10 minutos fueron de tire y afloje: cuando el Rojo se iba, Biguá metía dos o tres pelotas y amenazaba con remontarlo. Hasta que llegaron las dagas de Nicolás Catala: dos triples clave para ponerse a 11 de distancia y capitalizar una necesaria victoria del Rojo para despegarse del fondo.