ELIMINATORIAS

Uruguay venció por 2-1 aChile en el debut en las Eliminatoriascamino a Catar 2022 y el partido fue particular. Debido a la pandemia de coronavirus COVID-19 se disputó a puertas cerradas, con un estricto protocolo y muy poca gente en las tribunas. Más allá de esa situación, hubo varias curiosidades que no pasaron desapercibidas.

El protocolo para evitar contagios de COVID-19 incluyó modificaciones en los bancos de suplentes y también medidas de higiene constantes, incluso el lavado de la pelota con alcohol antes de cada reposición. Además los capitanes se saludaron con un choque de puños y no el habitual apretón de manos.

El primer gol del partido llegó gracias a un penal rematado por Luis Suárez pero no estuvo exento de polémica. El árbitro, Eber Aquino, consultó el VAR tras varias protestas del Pistolero y luego sancionó la falta.

El goleador marcó y festejó su gol número 60 con la Celeste. En la celebración se levantó la camiseta y dejó ver una remera con una inscripción solidaria para Fernando Muslera y su familia.

Uruguay hizo un buen primer tiempo pero en el segundo fue Chile el que dominó y llegó al empate gracias a Alexis Sánchez. El maestro Tabárez hizo cambios y sacó a Nicolás De La Cruz, que lo saludó antes de irse al cambio y el partido ganó intensidad. 

En una jugada de ataque de Uruguay hubo una discusión entre Suárez y Sierralta que anticipó una situación de la que se queja Chile. En el segundo tanto uruguayo, el Pistolero pareció celebrarle el gol al defensor.

En el final del partido hubo dos situaciones importantes. Primero Chile reclamó un penal de Sebastián Coates que el juez paraguayo consultó al VAR pero luego decidió no cobrar y generó enojo en la visita.

Luego, en una de las últimas jugadas del partido, Maximiliano Gómez anotó el tanto de la victoria y lo celebró. Igualmente tanto él como Diego Godín y Sebastián Coates pasaron nervios ya que Aquino revisó el VAR pero no cobró nada.

Tras el final del partido y el triunfo de Uruguay, varios jugadores chilenos protestaron pero hubo uno que saludó a varios uruguayos: Arturo Vidal. Primero charló con Suárez y luego cambió la camiseta con Federico Valverde.