La importancia del juego de forwards, del cual el scrum es la figura simbólica, se destacó este fin de semana. Ya habíamos señalado: que "el scrum es la formación donde nace el juego, donde se marcan los predominios".
El sábado Irlanda se impuso por 17 a 15 a Gales y conquistó su segunda Grand Slam (el anterior fue en 1948) del torneo Seis Naciones, y los delanteros dieron espectáculo. Fue una gran demostración del duro trabajo de los forwards de ambos equipos, mostrando mentalidad de conjunto sin lucimiento individuales. Las marcas superaron toda la imaginación de los backs y éstos, salvo en uno de los tries de Irlanda, nunca pudieron evitar los bloques defensivos rivales.
Avanzar "metro a metro" fue la consigna colectiva y la definición vino por parte de los pateadores. Gales convirtió 4 penales -premiando las acciones de sus delanteros- y finalmente un drop que los puso en delantera por 15 a 14. Irlanda apoyó dos tries, uno de forwards, y con un drop obtuvo la final por 17 a 15. Este drop se trabajó con inteligencia y esfuerzo. Resultó una clase de técnica individual de cada forward, atacando y defendiendo, puesta al servicio de cada equipo. Fueron varios movimientos laterales de Irlanda, mediante mauls que pasaban a ser rucks sin avances, hasta ubicar el juego para el drop del irlandés Ronan O`Gara.