TRICOLORES
Las atajadas de Rochet, la firmeza de Corujo y el gol de Bergessio que le dio vida al tricolor fue de los más destacado en un equipo que tuvo bajo nivel.
El arquero tricolor evitó que su equipo cosechara una derrota más abultada. Tuvo un par de intervenciones muy importantes, sobre todo una tapada a disparo potente de Piquerez en el primer tiempo. En los goles tuvo poco por hacer, aunque el segundo se lo hacen entre las piernas.
Peñarol llegó mucho por su lateral porque Piquerez, Torres y Ceppelini le hicieron el 1-2, dejándolo desairado. En el segundo tiempo pasó a jugar de zaguero y respondió bien.
Controló bien en los mano a mano a Torres y lo obligó a tener que jugar de espaldas al arco. Con oficio se paró muy firme y le cortó los caminos hacia el área al veloz delantero.
Marcó en buena forma a Álvarez Martinez, controlándolo de cerca y no dejándolo recibir cómodo o girar. Pero lo perdió una vez y el rival armó la pared para el gol.
No consiguió asociarse con Cándido para generar un circuito de salida por izquierda, estuvo algo impreciso con la pelota y cuando Canobbio lo encaró en velocidad no pudo controlarlo. Una de esas ocasiones fue el gol.
Tuvo mucho espacio por cubrir en la mitad del terreno y se las arregló como para ser efectivo en el corte del juego, pero estuvo muy solo en la contención y terminó desgastado. En el gol segundo gol no tuvo reacción.
Hizo un muy buen despliegue y se convirtió además en el volante que sacó con más eficacia el balón desde el fondo. Llamativamente fue sustituido en el entretiempo.
Jugó retrasado con el objetivo de ser el que sacara el balón limpio desde atrás hacia adelante, pero no lo consiguió. Perdió varias pelotas en el medio y no volvió para el segundo tiempo.
Quedó a media agua, porque no fue ayuda en marca para Almeida ni tampoco se desdobló con claridad al ataque. Solo una incursión al área rival.
Jugó muy lejos del arco. Debía ser el compañero de ataque de Bergessio y se lo vio más en su cancha que en la contraria. Nunca lo lanzaron en velocidad y estuvo entreverado con la pelota.
No hizo un buen partido, porque en general fue contenido una vez más por la zaga aurinegra. Tuvo tres chances: una fue un cabezazo a las manos del arquero, otra un disparo que le bloquearon y la última el golpe de cabeza para el gol que deja la serie abierta.
Buen ingreso del mediocampista, con movilidad por todo el frente del área. Cappuccio había pensado en él como titular y luego no lo puso. Quizás fue un error, porque fue el que mejor sacó los ataques.
En un partido en el que a Nacional le costó encontrar la pelota, cuando se hizo de ella generó alguna cosa. Metió un tiro libre con gran rosca que se fue al lado del palo.
Poco del volante, que no le dio al equipo la contención que el técnico pretendía cuando lo colocó, pero tiene el mérito de haber puesto el centro para el gol del descuento.
Ingresó para darle más contención el lateral derecho y no lo logró. Peñarol siguió jugando a placer por allí y Valentín Rodríguez se escapó por su lado para anotar el segundo gol.