"Te preciso para el gol. Avisame cuando estés pronto porque te necesito 15 minutos”, confesó Diego Aguirre. Ese fue el pedido que le hizo a Abel Hernández.

Se nota que la Joya le avisó y más allá de que podría no estar al 100% desde lo físico sabía que el partido ante Liverpool lo tenía que tener en cancha.

La Fiera le dio ingreso a los 65’, cuando Peñarol no encontraba los mismos circuitos de juego que había mostrado en otros pasajes del encuentro y sabiendo que la victoria era una obligación para forzar dos finales más.

Y terminó siendo la Joya quien puso la única diferencia en el marcador que desató la locura de los hinchas de Peñarol en el Estadio Centenario. Franco González lo habilitó, se escapó en velocidad y Hernández remató fuerte y arriba para poner así el gol cuando se jugaba el minuto 120 del partido.

Ese gol lo convirtió en el héroe de la noche, pero en un héroe inesperado. El principal motivo es que la Joya estuvo ausente gran parte del Torneo Clausura jugando un puñado de minutos luego de los desgarros que lo aquejaron.

Pablo Bentancur, su representante, cuestionó a la sanidad del club por “apurarlo” durante su recuperación. Dijo que en su lugar el futbolista hizo un tratamiento con una clínica privada. “Cuando vino, se lo entrenó de una manera no correcta para el tipo de jugador que es y el físico que tiene”, sostuvo en diálogo con Punto Penal (Canal 10).

Foto: Estefanía Leal

Más allá de eso, lo cierto es que jugó 200 minutos entre el Torneo Clausura y la semifinal del Campeonato Uruguayo por lo que era una incógnita si iba a poder marcar diferencia en un momento tan importante de la temporada; pero lo cierto es que por otro lado también se esperaba que su experiencia fuera clave, como lo fue.

Esa misma experiencia fue la que, a pesar de las lesiones, le permitió ser el segundo máximo goleador de Peñarol en el año con 12 conquistas y con el recuerdo latente de que fue él quien marcó otro gol muy importante para el año mirasol: el del título del Torneo Apertura.

Tras comenzar ese partido ante Plaza Colonia en el banco de suplentes, Alfredo Arias lo mandó a la cancha a los 72’ y a los 97’ marcó de lo que sin duda será uno de los mejores goles de su carrera. Luego de un centro que llegó desde la izquierda, lanzó una chilena que se metió en el arco Patablanca y le dio el título al aurinegro generando una emoción similar la del sábado por la noche en los hinchas y en los jugadores aurinegros.

“Con el diario del lunes, nadie te lo puede discutir a Abel Hernández. Yo lo llevé por muchos países (...) y la única vez que lo vi como loco y agradeciéndome fue cuando firmó con Peñarol”, agregó Bentancur.

Abel Hernández, ese que le dio a Peñarol el título del Apertura para asegurarse un lugar en la definición, fue el mismo que en las últimas horas le dio una vida más al equipo de Diego Aguirre en busca del Uruguayo.