Cuando Matías Arezo no estuvo, Peñarol necesitó soluciones en ataque y Abel Hernández se las dio. El delantero de 32 años volvió a demostrar que cuando lo llaman a la acción tiene con qué responder y fue clave para que el equipo mirasol venciera 2-0 al Montevideo City Torque en la cuarta fecha del Torneo Intermedio.
Es que nuevamente Matías Arezo es baja por lesión y otra vez, el técnico de turno encontró en Abel la solución en la ofensiva.
Pero claro está, al delantero hay que rodearlo para que pueda convertir y eso sucedió con Hernández, quien estuvo muy activo el lunes en los 90 minutos que disputó en el Estadio Centenario.
Era un partido importante para Peñarol y el colectivo mirasol logró respuestas que no venía encontrando.
La mano de Darío Rodríguez comenzó a notarse y si bien es cierto que el equipo ganó y además dejó su arco en cero, aún tiene muchas cosas para mejorar.
Pero para empezar, el mirasol recuperó durante varios pasajes del encuentro ante el ciudadano el vértigo por las bandas con un buen partido de Brian Mansilla y algunas apariciones de Kevin Méndez, quien se mostró algo confundido en el último toque y hasta se perdió un gol increíble.
Y si bien el aurinegro tuvo su arco en cero, tuvo varios problemas cuando el Montevideo City Torque lo atacó: le generó algunas contras que obligaron a innecesarias faltas que terminaron con Hernán Menosse, Leo Coelho y Yonatthan Rak —ingresó para jugar el complemento— amonestados.
Ese será un claro aspecto a mejorar de cara al sábado, día en el que Peñarol visitará a Danubio a las 15:30 horas (VTV Plus y Star+) en el Estadio María Mincheff de Lazaroff en la quinta fecha del Torneo Intermedio.
De todas maneras, en la ofensiva se vio lo mejor de esta nueva versión mirasol y ahí, el que se llevó todos los aplausos fue Sebastián Rodríguez.
Darío lo colocó nuevamente en la zona de volantes más adelantados, por detrás del 9 y el Cabecita la rompió. Jugó y los hizo jugar a todos.
A tal punto que a los 58’ gestó la jugada que luego terminó con centro de Lucas Hernández y golazo de cabeza de Abel Hernández para abrir el marcador en el Centenario.
Luego, a los 78’, Seba recuperó la pelota y asistió al delantero que definió cruzado para el definitivo 2-0.
Ese doblete de Abel le permitió a Peñarol cortar una racha de siete partidos sin triunfos entre Copa Sudamericana y el Uruguayo.
Además, el delantero de llegó a siete gritos en el torneo local y superó el promedio de Arezo, quien por el Uruguayo suma nueve tantos pero necesitó de 161 minutos para producir un gol.
En cambio, Hernández —con sus siete tantos— ha necesitado hasta el momento de 117 minutos para fabricar cada una de sus conquistas en el arco rival que han significado 12 puntos de 15 posibles porque de los cinco encuentros en los que anotó, el mirasol ganó cuatro. Es por eso que cuando lo necesitan, Abel siempre está.
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