De acompañante a héroe inesperado: la historia de Jimmy Evans, la figura de Danubio

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Jimmy Evans, la figura de Danubio. Foto: Estefanía Leal.

ENTREVISTA

El futbolista nigeriano de 22 años llegó a Uruguay en 2019 para acompañar a un amigo que iba a jugar en Rocha, pero terminó fichando por el club y tres años después es protagonista en la franja.

La historia de Jimmy Evans está lejos de ser habitual. El nigeriano de 22 años no hizo un extenso recorrido por las formativas de un club ni tampoco supo desde el inicio que su vida iba a estar ligada al fútbol. Todo lo contrario. Pasó de estar estudiando Ciencias de la Computación a viajar de forma repentina a Uruguay para acompañar a Abasi Abraham, un amigo que sí se dedicaba al fútbol en Nigeria.

“Álvaro Khalek, el dueño de Rocha en ese momento, invitó a mi amigo a jugar en Rocha y yo me vine con él”, manifestó el jugador en diálogo con Ovación. Abraham lo llamó, le comunicó que se mudaba y Evans le pidió que hablara para que él también pudiera ir.

“Pasa que ese hombre no sabía si yo jugaba al fútbol, yo no tenía videos ni nada”, expresa el atacante de Danubio argumentando que no veía motivos para que quisieran tenerlo en las filas de Rocha.

Pero el destino hizo que Evans se convirtiera en un protagonista inesperado. “Yo no venía a jugar al fútbol acá, sino de vacaciones”, cuenta el futbolista en referencia a que vino a apoyar a un amigo que iba a probar suerte en el extranjero. El punto de inflexión se dio cuando lo vieron en el entrenamiento, observaron sus condiciones ya que aquel simple acompañante terminaría convirtiéndose en jugador profesional de Rocha.

Jimmy Evans, la figura de Danubio. Foto: Estefanía Leal.
Jimmy Evans, la figura de Danubio. Foto: Estefanía Leal.

“Empecé a entrenar y dije: ‘Yo tengo que firmar en Rocha‘”. Sin embargo, su compatriota no corrió con la misma suerte. “Él no pudo jugar en Rocha, tuvo que irse para Nigeria y ahora no está jugando al fútbol”, expresó argumentando que el dinero que podrían pagarle a su colega en la Celeste del Este no le parecía suficiente.

Los boletos de regreso a Nigeria ya estaban comprados y los dos planeaban regresar a su país natal con sus familiares, pero Evans vio en el fútbol uruguayo algo especial: “Dije: ‘Acá hay otra oportunidad de vida’”.
A pesar de que era un terreno desconocido porque en Nigeria no transmitían el fútbol sudamericano, el futbolista decidió quedarse, aunque admite que la adaptación a Uruguay fue complicada sin brindar detalles.

Llegó un 13 de marzo de 2019, justo el día de su cumpleaños. Compitió durante 2019 en la Primera División Amateur y hasta ese momento no se imaginaba jugando a nivel profesional, pero en 2020 hubo un antes y un después en su carrera: “Jugamos un amistoso con Danubio, marqué dos goles y desde ese día yo tuve la certeza de que iba a jugar en Primera División. Llegué a mi casa motivado” , contó Evans.

Y de a poco se fue acercando al objetivo. Durante 2020 y 2021 compitió a nivel profesional tras el ascenso de Rocha a la segunda categoría, y luego llegó el momento de dar el salto. Hubo interés de Deportivo Maldonado, pero Evans tenía claro que en algún momento iba a terminar vistiendo la franja. Incluso desde antes de que se hiciera oficial el interés.

“Una vez un dirigente de Rocha me preguntó a qué equipo elegía entre Nacional, Defensor y Danubio y yo le dije que elegía a la franja antes de saber que firmaría por el club”, dice en un castellano algo difícil de comprender.

Jimmy Evans, la figura de Danubio. Foto: Estefanía Leal.
Jimmy Evans, la figura de Danubio. Foto: Estefanía Leal.

La frutilla de la torta de una historia que convirtió al acompañante en héroe inesperado fue el debut con Danubio en el Torneo Apertura. Era el primer partido en Primera y Evans fue al banco.

“Antes de ingresar Fossati me dijo que cuando tuviéramos la pelota en el mediocampo corriera para adelante, que utilizara mi cuerpo y encarara sin miedo y que para atrás no, por favor”. Ingresó a media hora del final y minutos más tarde elaboró una jugada de ensueño: tomó velocidad por la derecha, apiló a dos rivales, enganchó hacia el centro y mandó la pelota directo a la red. Sí, en su debut en la categoría y en el retorno de un histórico le dio el triunfo con un golazo.

“En lo primero que pensé fue en mi madre que falleció, le hice una dedicatoria a ella en el gol”, dijo Evans, quien se mostró contento por el rendimiento colectivo y también porque el tanto “fue muy importante para tener más ganas y confianza a la hora de jugar”.

Hoy el nigeriano se siente en el lugar indicado. “¿Si quiero jugar en Peñarol o Nacional? Primero que nada quiero mejorar en el fútbol, aprender más porque si lo hago algo bueno va a suceder, pero no pienso tanto en eso porque Danubio también es un cuadro grande”.

A la hora de trazarse un objetivo para la temporada explicó: “Busco terminar lo más arriba posible, primero el equipo y después yo”. Por último, el futbolista dijo que, a pesar de que no juega en su posición, toma como referencia a Federico Valverde. “Me gusta todo, cómo juega con y sin pelota, la pegada que tiene”.

Maicol Cabrera y Diego Vicente son referentes

Maicol Cabrera celebra uno de los goles anotados en Danubio. Foto: Estefanía Leal.
Maicol Cabrera celebra un gol con Danubio. Foto: Estefanía Leal.

Con 22 años y una carrera incipiente, Jimmy Evans sabe que aún le resta mucho camino por recorrer y por eso se apoya en todo el plantel de Danubio para ir adquiriendo experiencia. En este sentido, el futbolista nigeriano valoró el respaldo del club, pero ponderó a dos jugadores en particular: “Maicol Cabrera siempre me elogia, y cuando hago cosas mal me corrige y explica cómo se hace”.

A su vez, también destacó las charlas con Diego Vicente y uno de los consejos que le ha dado: ‘Tu tenés velocidad, si recibís la pelota enfrente del arco utilizala‘. Por eso cuando hice el gol Maicol me dijo: ‘Te dije‘. Ahora tengo tremenda confianza en mí, expresó el futbolista argumentando que ese valor es esencial para poder seguir desarrollando su juego. A miles de kilómetros de su familia, con quienes se reúne por videollamada todos los días, Evans está cada vez más adaptado al fútbol local uruguayo y ya ha dado muestras de que con espacios puede generar peligro.

El aspecto negativo de lo sorpresivo

Jimmy Evans, la figura de Danubio. Foto: Estefanía Leal.
Jimmy Evans, la figura de Danubio. Foto: Estefanía Leal.

Ser héroe inesperado también tiene sus desventajas. Cuando Jimmy Evans llegó a Uruguay en 2019 no sabía que su estadía se iba a prolongar durante años, y menos que pasaría a ser el protagonista de su propia historia. Sin embargo, tomar esa decisión le costó una amistad y, desde que decidió dejar de lado los boletos de regreso, no ha vuelto a tener contacto con Abasi Abraham, el amigo por el que había llegado a radicarse en el país.

A nivel deportivo, Jimmy Evans no hizo el proceso de formativas típico de cualquier jugador que aspira a la elite, pero porque ser profesional no estaba en sus planes. Y ese aspecto hoy lo hace correr en desventaja respecto de sus rivales en algunos detalles, por eso Evans sostiene que su máxima virtud es la velocidad, pero que aún debe mejorar a nivel de confianza y de juego. “Debo perfeccionarme en la forma en que pongo el cuerpo sin dudas, en cómo cubrir los espacios y recibir pelotas”, finalizó.

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