Setiembre de 2023. Necaxa anunció en un comunicado que Agustín Oliveros había sufrido fractura del quinto metatarsiano. Enero de 2024. El jugador anunció en sus redes sociales el nacimiento de su primer hijo. En apenas cuatro meses, el lateral izquierdo vivió dos situaciones que lo cambiaron por completo.
“La verdad que estoy muy contento con vivir esa experiencia”, le dijo a Ovación y aunque suene extraño, estaba haciendo referencia a la lesión. “Contento porque me fortaleció muchísimo, te hace ver las cosas de otra manera y me quedé contento con el proceso interno que hice y la recuperación porque me pasó por primera vez en 25 años”.
Claro está que mucho influyó en eso el momento vivido con su pareja: “El embarazo de mi mujer me ayudó muchísimo para estar enfocado en recuperarme y no pensar tanto en eso que a veces es contraproducente, y le sacamos provecho. Creo que nunca voy a poder igualar la emoción que sentí el día que vi nacer a mi hijo. Es un recuerdo imborrable”.
“Fueron dos cosas que a cualquier persona las hace madurar y crecer, dos cambios muy grandes en mi vida”, manifestó.
De todas maneras, no perdió la esencia de la entrega, esa que cultivó en Racing, que lo acompañó en Nacional y que hoy lo convirtió en pilar en Necaxa, al punto de que lleva jugados de titular el 96% de los minutos que disputó en el fútbol mexicano desde su arribo: “Creo que lo atribuyo a que a lo largo del tiempo me mantuve en un nivel regular, cumplidor para que los técnicos me sigan eligiendo. Tuve varios entrenadores y me siguen eligiendo y para mí es importante”.
Los técnicos, de hecho, lo han llevado a moverse en el campo de juego y alternar, por momentos, de zaguero por izquierda: “El DT me agarró de comodín y vengo jugando de lateral izquierdo, a veces de central en línea de cuatro y a veces de tercer central, le doy esa variante al entrenador y él me está usando en las tres posiciones. Es muy bueno y siempre estoy a disposición”.
Su polifuncionalidad y el rendimiento mostrado llevó a que varios equipos se interesen en él, pero el que estuvo más cerca fue Cruzeiro. Oliveros admitió que “era una oportunidad que la valoraba muchísimo porque es un campeonato muy competitivo, pero el dueño del club no quiso dejarme salir, aunque también estoy en un club donde tengo todo y en una liga muy importante. Él se portó muy bien conmigo porque me ofreció una renovación y estoy muy feliz acá”.
A su vez, su rendimiento ¿lo ilusiona con volver a la selección? “Sería lo más grande que me puede pasar en el fútbol volver a ponerme la Celeste, pero no te voy a mentir, ilusionarme realmente no. Sí lo sueño y lo tengo en la cabeza y sé que jugando en esta liga me están viendo y la oportunidad se puede dar, pero no es que ahora que está por salir la lista estoy pensando en eso”.
Al lateral uruguayo le tocó vivir una situación particular en el último tiempo porque perdió a su “legión celeste”. “Éramos una manada y se fueron todos. Vicente Poggi, Facundo Batista, Fabricio Formiliano y Maxi Silvera. En el club no costó tanto, pero fuera del fútbol y sobre todo en mi familia sí se sintió porque teníamos un gran grupo”.
Mira mas allá de la cancha
Mientras jugaba en Nacional, Agustín Oliveros estaba cursando la carrera de Contador Público en la Facultad de Ciencias Económicas, pero admitió que tras su salida a Necaxa quedó en stand by, pero no baja los brazos y para eso es clave otro futbolista: Diego Riolfo.
“Él se recibió de economista y me estaba ayudando a hacer la gestión en distintas universidades para ver si me permiten llevar adelante el curso, pero rendir parciales y exámenes a distancia, pero es complicado”, sostuvo. y agregó. “Desde que le conté siempre se interiorizó y me está dando una mano bárbara”.
“Somos jóvenes cuando nos retiramos y hay que ver qué hacer a futuro aunque capaz que no voy a ejercer como contador, pero me gustaría tener el título”, sentenció.