Redacción El País
“Estoy conforme con lo que vi, porque estuvimos cerca de ganarlo”, aseveró Álvaro Gutiérrez en conferencia de prensa tras el empate sin goles entre Nacional y Boca Juniors por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores en el Gran Parque Central.
El director técnico tricolor expuso que se trata de “una llave muy pareja” y que el encuentro de vuelta en Buenos Aires, que se jugará dentro de siete días, será “igual” al que se dio en el GPC. “Va a ser un partido parejo y creo que tenemos potencial para competir”, añadió.
Hubo una acción que generó mucha preocupación en el escenario tricolor: el desmayo de Diego Rodríguez. El Torito peleó una pelota y cayó al suelo donde quedó desplomado. Es por ello que debió entrar la sanidad de Nacional para poder atenderlo.
“Llega el doctor y el Torito estaba inconsciente. Cuando un jugador pasa por esa situación se recomienda sacarlo a pesar de que se recupere. Para eso está la sanidad”, explicó el Guti sobre el cambio la primera modificación que realizó.
El cambio fue por Thiago Helguera y el entrenador reconoció que ese fue su “gran dilema” durante toda la semana: poner al juvenil o al Torito. “Con Thiago gano en posesión de pelota, pero pierdo en agresividad. Por lo tanto me decanté por el Torito porque es una llave de 180’ y pretendíamos tener un mayor orden táctico”, manifestó.
A su vez, se refirió a la actuación de Juan Ignacio Ramírez, quien tuvo la mejor situación de peligro de Nacional. “El Colo se debe haber ido recontra caliente. Tuvo esa oportunidad que dio en el palo y pudo cambiar el partido. Pero lo importante es que tuvo las chances y luchó en pos del equipo”, puntualizó.
Dejó en claro que en la actualidad Bruno Damiani y Ramírez le “llevan un poco de ventaja a (Emmanuel) Gigliotti ya que está volviendo de una larga inactividad”.