CATAR 2022
Óscar Tabárez ha optado por jugar prácticamente sin extremos. Lo hizo en los últimos tres partidos y lo confirma con la convocatoria de cuatro centrodelanteros.
De un tiempo a esta parte ha habido un cambio de sistema de juego en la Selección de Uruguay. Óscar Tabárez ha optado por no utilizar tanto futbolistas con características de extremos y jugar con un enganche que alimente a los centrodelanteros. El 4-3-1-2 se utilizó en los tres partidos de Eliminatorias anteriores y la cosecha fue buena: siete puntos de nueve disputados.
Hasta ahí lo estrictamente estadístico, que no es lo más importante sino lo único que importa para llegar al Mundial de Catar 2022. Ahora: efectividad no significa mejoría. El desempeño de Uruguay en estos juegos no fue el mejor y de hecho el último triunfo logrado 1-0 sobre Ecuador se consiguió con un gol de Gastón Pereiro producto de un centro de Nahitan Nández desde la derecha. Sin embargo, no fue una jugada aislada o que salió de casualidad, sino que es a lo que se apuesta.
Este esquema ha beneficiado el desempeño de Giorgian De Arrascaeta y bienvenido sea. Jugando como enganche, el volante ofensivo convirtió tres goles en la pasada triple fecha: uno a Perú y dos a Bolivia. Los que han quedado relegados son aquellos futbolistas con características de extremos, es decir los viejos punteros.
Brian Rodríguez jugó los tres partidos como titular y fue el futbolista de características más parecidas a un extremo, aunque en realidad fue un segundo punta. El rol de De Arrascaeta pasó a ser muy independiente, con total libertad (algo que se le reclamaba, porque es como mejor rinde en Flamengo) para sus movimientos. Los que pasaron a tener un papel preponderante en este esquema son los laterales. De allí la afirmación líneas arriba de que la llegada de Nández por derecha y el centro a Pereiro no fuera casualidad.
El futbolista de Cagliari no extraña la posición. De hecho, este viernes jugó como carrilero por el sector diestro en el empate 1-1 con Venezia y fue el que inició la jugada del gol, cediéndole el balón a Martín Cáceres (fue stopper), quien mandó el centro para el cabezazo a la red de Keita Baldé. La pasada triple fecha lo consolidó como el lateral derecho de la Celeste, relegando el técnico a Giovannni González al banco de suplentes.
Por la banda izquierda es común ver a Matías Viña proyectarse y llegar incluso a definir (en los tres partidos también tuvo minutos Joaquín Piquerez y lo hizo bien), por lo cual ya más que una tendencia es una confirmación: Tabárez relegó a los extremos para darle más libertad a De Arrascaeta y la misión de desbordar es de los laterales.
La convocatoria hecha por Tabárez este viernes confirma también esta nueva modalidad. Brian Rodríguez y Facundo Torres son los únicos futbolistas citados que tienen características de extremo. Los cuatro delanteros netos que aparecen en la lista para enfrentar a Colombia (jueves 7 en el Gran Parque Central), Argentina (domingo 10 en el Monumental de Núñez) y Brasil (jueves 14 en Manaos) son centrodelanteros: Luis Suárez, Edinson Cavani, Darwin Núñez y Agustín Álvarez Martínez.
Es cierto que Cavani puede tirarse a la banda, pero no es su función primordial. Al contrario, en este esquema debe estar en el área para ser una de las dos o tres opciones (normalmente también acompaña un volante) que definan las jugadas que generen los laterales. Será interesante la decisión que tome Tabárez para el próximo juego: ¿mantendrá a Brian Rodríguez como segunda punta o volverán a estar juntos Suárez y Cavani?
Lo concreto es que Uruguay tiene un nuevo plan de juego. ¿Mejor? ¿Peor? Lo del principio: no ha quedado la sensación de que la Celeste haya sido una máquina de generar fútbol con este esquema, pero ha sido efectiva. Y eso es lo único que importa.