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Por Alberto Sobrero
Andrés Scotti (47) es un enamorado por el deporte. Le encanta su nueva vida como empresario en la gestión del Centro Enfoque, pero cuando mira hacia atrás y repasa su carrera se emociona por lo que consiguió como futbolista. En una entrevista con Ovación recordó cómo fue su primer llamado a la selección uruguaya, la vez que se desenamoró del fútbol por los empresarios, cuál fue el legado del proceso de Oscar Tabárez en la Celeste y por qué decidió no ser director técnico.
Al hablar de la selección, lo primero que rememoró fue que el maestro lo citó en 2006 cuando tenía 30 años. “Es atípico que te convoquen a la selección de tu país con esa edad. Pero me agarró en un momento justo, ya que estaba muy bien”, explicó.
Mario Rebollo, asistente de Tabárez, era el encargado de notificar a los futbolistas de que eran citados. Sin embargo, en el caso de Scotti fue el doctor Alberto Pan, quien era muy amigo de él.
“El doctor Pan sabía del deseo y las ganas que tenía de ponerme la Celeste. Entonces le pidió autorización al cuerpo técnico para que él me avisara”, dijo.
Scotti recibió la convocatoria para formar parte de la selección uruguaya cuando jugaba en el Rubin Kazán de Rusia. “A las 3:00 de la madrugada de Rusia (las 22:00 de Uruguay) vi que me llamó Alberto Pan. Lo atendí y cuando me dijo que era para jugar en la selección, para mí, salió el sol en ese preciso instante. No pude pegar un ojo en toda la noche”, aseguró con una carcajada.
Además, fue categórico al remarcar que su vida cambió al participar en la selección. “Todo fue por el comprometerse con una causa, como lo que pasó con el Mundial de Sudáfrica 2010, en la Copa América de Argentina 2011 (que ganó Uruguay) y más. Porque uno se preparó para dar su mejor versión, luego se sumaron un montón de individualidades y formamos un colectivo que fue liderado por el maestro y que permitió posicionar a la selección uruguaya a nivel mundial”, expresó.
El exjugador remarcó que el legado de Tabárez en la Celeste no fue ganar la Copa América en Argentina, sino que “se haya valorado el hecho de salir cuartos en el Mundial de Sudáfrica cuando ni siquiera se consiguió una medalla”.
“La gente se vio identificada por una forma y salió a festejar. Pudimos marcar un hito en ese aspecto ya que el hincha se vio reflejado con una forma y fue una de las cosas más lindas que me tocó vivir en mi carrera porque los campeonatos siempre se festejan”.
La vez que perdió las ganas de jugar a la pelota
La carrera como futbolista profesional de Andrés Scotti comenzó en Independiente en Trinidad, ya que en ese club le pagaban un salario cuando tenía tan solo 15 años. “Desde ese momento fui profesional porque entendía que debía responderle a la gente con rendimiento adentro del campo de juego”, dijo.
Luego le llegó la posibilidad de irse a Montevideo para jugar en Central Español y Wanderers. Después tuvo su primera oportunidad en el extranjero: Huachipato de Chile. Tras una buena temporada en el conjunto transandino, Scotti fue adquirido por el Necaxa de México en el 2000 y en el segundo semestre de ese año pasó al Puebla de ese país.
Sin embargo, el exjugador de la selección uruguaya evidenció que en ese año en el fútbol mexicano perdió “las ganas de jugar al fútbol” y se debió a una situación que le tocó vivir con los representantes.
“Los empresarios formaban los equipos en México. Cuando llegué eran ellos los que me decían con quién tenía que jugar y eso me desencantó. Tal es así que renuncié a mi contrato en México y volví a Wanderers para ganar diez veces menos, y lo hice cuando estuvieron a punto de comprarme la ficha”, recalcó con mucha firmeza.
Una de las personas que fue clave en la vida de Scotti para que volviera a encontrar esas ganas de jugar al fútbol fue Daniel Carreño, director técnico de Wanderers en 2001.
“Cuando volví a Wanderers, en 2001, recién había ascendido a Primera División y con el tiempo empecé a disfrutar de las cosas simple como un entrenamiento, una mateada. Y mucho se lo debo a Carreño”, contó.
La gran razón por la que no es director técnico
Después de 25 años de carrera como futbolista profesional, Andrés Scotti resolvió retirarse. Fue en 2015 cuando defendía la camiseta de Defensor Sporting.
Ni bien colgó los botines decidió realizar el curso de director técnico, aunque nunca estuvo convencido de que iba a dirigir a algún equipo y explicó cuál es la gran razón de esta resolución.
Scotti enfatizó que hasta que sus hijos “no pasen la adolescencia” no tiene pensado “trabajar como director técnico” ya que pretende disfrutar de ellos durante esa etapa de sus vidas. “El fútbol tiene sus tiempos y uno pasa a ser rehén de los calendarios. Por eso el fútbol es un mundo aparte que se maneja muy diferente al de la vida social”, señaló.
El exjugador de Nacional tiene cuatro hijos: los mellizos Mateo y Juliana de 14 años, Facundo de 13 y Valentina de 11. “Mi idea es poder estar con ellos y ayudarlos a elegir de cara al futuro”, recalcó con mucha emoción y entusiasmo.
Asimismo, el alejarse de las pretemporadas, las giras con equipos, las competencias, las concentraciones le permitió darse cuenta de que consiguió algo muy valioso: poder organizar con tiempo sus vacaciones con toda su familia.
“En mis 25 años de carrera como futbolista nunca pude tener vacaciones organizadas con tiempo con toda mi familia. Y ahora, que estoy lejos del fútbol, puedo hacerlo y, sinceramente, esto no lo cedo más”, agregó el exfutbolista de Nacional y la selección uruguaya.
A pesar de ello, no descartó que el día de mañana tenga ganas de volver a estar cerca de una cancha de fútbol y ponerse del otro lado de la línea de cal para dirigir a un equipo.
Su vida como empresario
Otra de las razones por la que no le costó colgar los botines se debió a que su actividad se vio incrementada con la creación y la dirección del Centro Deportivo Integral Enfoque, que tiene como socios a Mario Rebollo y Diego Godín.
Scotti siempre supo que al retirarse como futbolista profesional iba a seguir ligado al deporte de alguna forma. A raíz de ello contó cómo se dio la creación de Enfoque.
“Surgió de charlas con Alberto Pan y Walter Ferreira para que todo el mundo pudiera tener un lugar donde estuvieran todas las variables de entrenamientos y, además, una clínica de rehabilitación”, sostuvo.
Tras tomarse un año “sabático” para analizar cuáles eran sus mejores opciones, se decidió por sumergirse en la creación de este centro deportivo. “Es un proyecto que tomó una fuerza increíble y superó las expectativas y ahora estamos impulsando algo del deporte a nivel mundial”, argumentó.
Contó que varios de sus excompañeros de la selección uruguaya han podido trabajar o participar de su empresa. Por ejemplo mencionó a Juan Guillermo Castillo y Mauricio Victorino, ente otros.
Scotti todos los días se levanta con las ganas y la emoción de hacer lo que más le gusta: seguir vinculado al mundo del deporte. Además, disfruta de su familia y sus hijos. Por lo tanto, la felicidad es casi completa. Aunque, el día de mañana, quién sabe si decide volver al mundo del fútbol.
Cifras
Los clubes donde jugó a lo largo de su carrera.
Los partidos que disputó con la Celeste.
Los goles que hizo en sus dos etapas en Nacional.
Los países en los que jugó durante su carrera.
Los títulos que ganó como futbolista.