Hace dos años Aníbal Hernández (37) pensó que colgaba los botines. Los sueldos de los equipos a los que podía unirse no lo seducían y decidió que lo mejor era trabajar en el almacén que su padre tiene en Parque Posadas. El atacante no se imaginaba que poco tiempo después de su casi retiro, estaría anotando un gol -una vez más- contra Peñarol y en el estadio Campeón del Siglo.

“Hacía un tiempo estaba evaluando qué hacer. No había conseguido equipo y había empezado a trabajar, con la idea de colgar los botines. Néstor Tossi fue quien vino a buscarme y me dijo que quería que volviera a jugar en La Luz. Así que me reintegré al fútbol y estoy agradecido de su apoyo”, destacó Hernández con Ovación.

El atacante abrió el marcador para el Merengue a los 23 minutos, con un penal sancionado tras la intervención del VAR, sumando así otro partido en el que el aurinegro no pudo vencer al conjunto de Aires Puros. “En los últimos partidos contra Peñarol hicimos buenos encuentros y les jugamos de igual a igual. Creo que esa fue nuestra intención desde el principio: enfrentarlos sin replegarnos demasiado. En el primer tiempo lo hicimos muy bien; luego, en el segundo, la desventaja nos complicó, pero al menos conseguimos ese punto importante”, resaltó.

Sobre la experiencia de anotarle a un grande, comentó: “En mi carrera hice varios goles contra los equipos grandes y eso tiene un gustito especial. Pasé por varios equipos del ámbito local y siempre es complicado; no siempre ganamos o empatamos contra ellos, la mayoría de las veces nos toca perder. Pero estos muchachos tienen una rebeldía, hambre y pasión tremenda. Siempre intentan mejorar y creo que eso se refleja cuando jugamos. Siempre buscamos ganar”, subrayó.

Hernández continúa en el mismo equipo con el que debutó hace 20 años en la Primera División. Comenzó sus primeros pasos futbolísticos en La Luz a los 17 años y es un referente para el plantel. “Mi debut en Primera fue a los 17 años, y fue el comienzo de mi carrera hasta el día de hoy”, relató y aseguró que “cuando volví, lograr el ascenso fue una motivación. Realmente eso me impulsó a continuar en la actividad hasta ahora. Me encuentro en muy buena forma. En los entrenamientos doy mi máximo y entreno al mismo ritmo que mis compañeros. Físicamente me siento bien”.

Del grupo, que está enfocado en mantenerse en la Primera División -actualmente se encuentra en zona de descenso y en la antepenúltima posición en la Anual-, afirmó: “Todos estamos empujando hacia adelante y trabajando más cada día. Eso es lo más importante. Creo que el esfuerzo diario que realizamos es muy valioso y lleno de sacrificio. Realmente nos está yendo bien debido a la pasión y el esfuerzo que ponen los muchachos, que es increíble”.

La Luz combina experiencia y juventud, y Aníbal Hernández es uno de los referentes del equipo. “Siempre están los jóvenes a los que uno les comparte experiencias, errores, e intenta guiarlos un poco en el camino, mostrándoles lo bueno y lo malo y tratando de ayudar desde mi perspectiva”, resaltó.

Además, reveló que siempre fue así, incluso cuando aconseja a jugadores que son estrellas en otras ligas. “Por ejemplo, como la relación que tenemos con Giorgian de Arrascaeta, que hacía rato no hablábamos y charlamos de todo. Hubo una época en la que hablábamos mucho; yo le cuento mis experiencias”, reconoció.

“Los jóvenes se aplican y escuchan. El ambiente es muy agradable y esto se nota los fines de semana”, concluyó el atacante.