EUROPA

La Superliga Europea, criticada por algunos estamentos del fútbol y que reunirá a los mejores equipos de España, Inglaterra, Italia, Alemania y Francia, ya es una realidad. Las instituciones dieron su visto al certamen que comenzará en septiembre de 2022 y que replicará el modelo de la Euroliga de básquetbol, con partidos a ida y vuelta entre los 16 o 18 clubes participantes y con un play-off final en una sede única para decidir el campeón.

En principio el formato de disputa que todavía se está estudiando es sobre la base de un torneo que permita los cruces de todos contra todos con 34 encuentros en la que los ocho mejores se disputarían el título final.

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Por ahora, el plan contempla disputar esta Superliga sólo entre la élite de Europa, lo que implica que se vean afectadas las actuales competiciones europeas (Champions y Europa League).

Debido a ello, es que se procura sumar esta iniciativa a las propuestas de la UEFA y la FIFA, ya que su deseo es "conseguir el consenso". El problema radica que esto no va a ser fácil, en principio porque la UEFA pretende hacer una Champions League diferente.

No hay que olvidar que también aparece en escena el nuevo Mundial de Clubes propuesto por la FIFA. El torneo, que se iba a disputar en junio, en China, con la participación de los 24 mejores clubes de todo el mundo ha tenido que ser aplazado por la pandemia.

El dimitente presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu afilió al Barça a la Superliga Europea (competición para la que se baraja el nombre de European Premier) y ya se sabe que también lo harán equipos del nivel del PSG, Milán, Inter, Bayern y los ingleses Liverpool y Manchester United, ambos con propietarios norteamericanos.

El apoyo financiero de la Superliga (European Premier) estaría garantizado con el crédito de cinco mil millones de euros que el banco neoyorquino JP Morgan ofreció a los organizadores para arrancar el proyecto.