TORNEO CLAUSURA
Gonzalo Bergessio y Leandro Fernández anotaron los goles en el triunfo 2-1 sobre el ya descendido Villa Española, que dio batalla aprovechando los retoques de Martín Ligüera.
Díganme antiguo si quieren que no tengo problemas, pero hay cosas que en el fútbol están por encima de rendimientos, resultados, éxitos y fracasos. Hay reglas no escritas que están hechas para respetarse, como que las finales no se juegan, sino que se ganan. Y con eso como ejemplo me meto de lleno en lo que quiero expresar: equipo que gana no se toca.
¿Qué necesidad tenía Martín Ligüera de hacer los dos cambios que realizó para enfrentar a Villa Española? Ganó Nacional 1-0, es verdad. Mete presión, porque quedóa un punto de Peñarol en la Tabla Anual y a dos en el Torneo Clausura, pero lo hizo sin convencer, por un escueto 2-1 al último de la tabla, al ya descendido; terminó metido en su área sacando envíos aéreos de un rival que jugaba con 10 y luego de comenzar abajo en el marcador.
“Estamos contentos con la victoria, pero no merecimos terminar como lo hicimos”, reflexionó el entrenador tricolor luego del partido. “No es lo deseado ganar así, pero a veces se necesita porque fortalece”. Tiene razón desde el punto de vista conceptual, pero eso no debería aplicar para Nacional al menos ante Villa Española y menos bajo las circunstancias nombradas anteriormente.
Si Ligüera pretende que su equipo se fortalezca anímicamente debe empezar con sus propias decisiones, como por ejemplo darle continuidad a una formación y a jugadores que necesitan consolidarse, porque si no va a seguir siendo un equipo en formación.
Lo consiguió en la defensa al mantener en la zaga a Mathías Laborda y en el lateral zurdo a Christian Almeida. También al ser paciente con Gonzalo Bergessio -que finalmente anotó- y Leandro Fernández (fue figura), pero ¿por qué sacó a Joaquín Trasante y a Santiago Ramírez?
Ya sé lo que piensa. “Este ve el vaso medio vacío en vez de medio lleno”. Se la llevo, pero permítame la licencia porque Nacional no jugó bien. Cambió y para mal con las variantes. Ligüera lo acomodó en el entretiempo al darle ingreso a Andrés D’Alessandro (volvió y le dio pausa y orden al ataque) y a Ramírez. Trasante, en cambio, no tuvo minutos luego de haber sido el mejor en el partido pasado. Entonces Nacional fue impreciso y desordenado durante los primeros 45 minutos y para colmo comenzó perdiendo por algo que parecía desterrado: una distracción defensiva. Laborda dejó enganchado al Bigote López, que marcó con total libertad. Ese fue el único tiro al arco que hizo Villa Española en el partido y fue gol.
Ganó Nacional y eso al hincha es lo único que le importa. No jugó bien, pero eso ya no interesa tanto. Para llegar primero en esta carrera debe vencer en todos los partidos y por ahora el tricolor está en el camino correcto. Si el técnico consolida el medio estará más cerca de completarlo.