Redacción El País
Arsenal y Liverpool le dieron continuidad a la Tercera Ronda de la FA Cup con un solo objetivo: clasificar para seguir adelante y sacar del camino a un rival digno de pelear por el título.

En los Reds fue titular Darwin Núñez que en esta ocasión le tocó ser el principal responsable del ataque ya que el egipcio Mohamed Salah no estuvo a la orden de Jürgen Klopp porque se prepara para defender a Egipto en la Copa África.

A pesar del interesante desgaste del artiguense, no pudo anotar, pero sí festejar porque Liverpool se impuso por 2-0 en los 10 minutos finales tras el gol en contra de Jakub Kiwior y el tanto del colombiano Luis Díaz.

Con el triunfo, Liverpool se metió en la Cuarta Ronda donde se ubican los 32 mejores equipos del certamen a la espera de conocer su rival y con la meta de seguir avanzando.

Cumplieron con lo prometido, al menos en los primeros 45 minutos. No hubo goles, pero sí muchas emociones, varias oportunidades y jugadas que dejaron a los hinchas al borde del festejo.

En ese panorama, fue Arsenal quien estuvo más cerca de anotar. Aprovechando la localía, desde el primer minuto salió en busca de un gol que si no llegó en el primer tiempo fue gracias a una enorme actuación de Allison Becker.

Las chances se daban una tras otra para los Gunners que fueron superiores, pero que cuando no se encontraron con el arquero brasileño, pecaron de mala puntería.

De hecho, la más clara fue a los 10' cuando Ibrahima Konaté evitó de forma milagrosa lo que era el 1-0 del equipo que dirige Mikel Arteta.

Más allá de los ataques locales, Liverpool también tuvo las suyas y una de ellas fue por intermedio de Darwin Núñez que saltó más que su defensa tras un tiro de esquina, pero su cabezazo se fue ancho.

De todas maneras, la más clara de la visita estuvo en los pies de Trent Alexander Arnold que se mandó al ataque, se metió en el área y sacó un potente remate que se estrelló en el horizontal.

Si algo tuvo el complemento fue paridad porque ambos equipos fueron en busca de poner el 1-0 más allá de que los arqueros y la falta de puntería hacían que el encuentro se mantuviera sin goles.

En esos intentos, Arsenal tuvo sus minutos en los que acorraló a Liverpool, pero no pudo anotar y lo propio los Reds que contaron con dos chances en los pies de Darwin Núñez.

En la primera de ellas, volcado por izquierda, enganchó de afuera hacia adentro, remató a colocar y el remate se fue apenas ancho del arco defendido por Ramsdale.

Pocos minutos más tarde el uruguayo volvió a ser protagonista pero esta vez tras capturar un rebote luego de un disparo en el palo de Diogo Jota. Sin mucho recorrido para el remate y con mucha gente por delante, buscó asegurarla contra un palo y se le fue ancha.

De todas maneras, en el mejor momento de Liverpool, llegó el gol del equipo de Jürgen Klopp aunque tal vez de la forma menos pensada. Trent Alexander Arnold lanzó un tiro libre que Jakub Kiwior quiso despejar, pero terminó venciendo a su propio arquero.

Con el Arsenal jugado a ir por el empate, en una de las últimas jugadas del encuentro llegó el gol de la tranquilidad para Liverpool, al punto que la pelota entró y el árbitro marcó el final del partido.

Un contragolpe que comenzó Darwin Núñez, que siguió el portugués Diogo Jota y que terminó en los pies del colombiano Luis Díaz, le permitió al cafetero poner el 2-0 definitivo.

El artiguense viene de acumular un gol y una asistencia en los últimos dos partidos que fueron destacados por el entrenador, pero que sigue generando cierta polémica ente los hinchas que consideran que debería anotar más.

A su vez, apunta a marcar su primer gol en el 2024 en el que, por el momento, solo disputó un encuentro y fue el mismo que en el que dio la asistencia antes mencionada.

Liverpool llega a este juego también con la presión de ser el líder de la Premier League y sabiendo que un traspié lo dejaría con una competencia menos en la temporada con todo lo que eso significa para un equipo que apunta a pelea todos los títulos.

Por su parte, Arsenal atraviesa una pequeña turbulencia porque tres juegos sin triunfos en la Premier lo sacaron de la cima del certamen y lo ubicaron en la cuarta posición, pero claro está que los de Mikel Arteta son un rival duro de vencer.