Redacción El País
Faltaban cerca de 10 minutos cuando las primeras bengalas comenzaron a prenderse en la Tribuna Cataldi, la cabecera del Campeón del Siglo donde van los bombos y la percusión de la hinchada de Peñarol.

A cada minuto que pasaba, aparecían más y los cánticos aumentaban en volumen, presagiando lo que se iba a vivir minutos más tarde en el escenario aurinegro que se preparaba para el partido de vuelta de los cuartos de final de Copa Libertadores ante Flamengo.

Pequeñas banderas comenzaron a flamear y el estallido se dio cuando detrás de los árbitros del partido ingresaron los dos planteles, pero fue el de Peñarol el que generó el alboroto máximo.

Mientras los hinchas dejaban la garganta y reclamaban por un nuevo título de la Copa Libertadores, los fuegos artificiales hacían los suyo. Un estruendo atrás del otro fue dando paso a una humareda que provocó que la visibilidad sea nula, salvo a nivel de campo.

Foto: Estefanía Leal.

Pocos en el estadio habrán visto el momento la foto protocolar y del sorteo de capitanes porque realmente durante varios minutos poco se pudo observar.

De todas maneras, poco a poco la escena se aclaró, pero no sin antes demorar cerca de seis minutos el inicio del partido, cuando en el marco de los torneos de Conmebol suelen comenzar puntuales.

Foto: Nicolás Pereyra.