TORNEO APERTURA
Así dejó la lluvia al Nasazzi y el Tróccoli, los estadios que iban a recibir ayer a los equipos grandes.
La suspensión de la séptima fecha del Torneo Apertura llevó a que los cuatro partidos que se iban a jugar ayer en la tarde (Racing-Nacional, Boston River-Atenas, Liverpool-Torque y Cerro-Peñarol) pasarían a disputarse los días 11 y 12 de abril, el miércoles y el jueves previo al clásico de la fecha 13.
Jorge Casales, presidente de la Mesa Ejecutiva de la AUF, le explicó a Ovación que el único escenario que podía recibir al partido, si la lluvia aflojaba con el correr de las horas, era el de Belvedere dado que tiene un buen drenaje.
Las imágenes que los fotógrafos de El País tomaron del Parque José Nasazzi, que iba a recibir el partido entre Racing y Nacional, y del Estadio Luis Tróccoli, donde jugarían Cerro y Peñarol, evidenciaron grandes charcos de agua que iban a imposibilitar el normal desarrollo del partido y podrían atentar contra el físico de los futbolistas.
Asimismo, también entraban en juego las descargas eléctricas que se originaron durante la tormenta y que, en ese caso, podría haber atentado también no solo contra los protagonistas sino contra los propios espectadores.
El Nasazzi quedó con visibles charcos en las áreas y también en la mitad del terreno, lo que hacía imposible que un partido de fútbol se desarrollara ahí. El Tróccoli, en tanto, al verlo desde arriba no presentaba tantas aglomeraciones de agua, pero sí tenía mucha por debajo que imposibilitaba que la pelota rodara. Además, la pista de atletismo que bordea la cancha estaba completamente inundada.
Así quedaron el Nasazzi y el Tróccoli, los dos escenarios que ayer esperaban a los equipos grandes. Las incesantes lluvias que desde el sábado a la noche cayeron sobre Montevideo imposibilitaron que Racing y Cerro recibieran a Nacional y Peñarol.