Redacción El País
El presidente de Nacional, Alejandro Balbi, le respondió este martes a su par de Peñarol, Ignacio Ruglio, acerca de sus dichos sobre el "operativo rescate" que denunció que había iniciado de parte de los árbitros previo al partido clásico que perdió por 2-1 su equipo en el Gran Parque Central.

"No puedo creer el grado de invasión y persecución que se tiene. ¿Hablar de una jugada? Vaya y pase. ¿Hablar de operativo rescate? Menos mal que hay un dirigente sensato como Evaristo González que no lo comparte", expresó el abogado en diálogo con #Minuto1 de Carve Deportiva.

Su respuesta se dio semanas después de que el dirigente aurinegro lanzara: "Arrancó la operación rescate de ellos como sea. Bajó la orden de sacarlos de esta situación a como de lugar. Y justo con alguien que hasta ahora se había mostrado justo".

"Ya cuando pensás que todo el mundo está en contra tuyo es porque tenés que pensar si no estás mal vos. El grado de persecución que tienen es insólito", insistió Balbi.

Foto: Estefanía Leal.

En sus declaraciones, reconoció su malestar por los reclamos de parte del presidente de Peñarol, quien se reunió el pasado lunes junto a sus compañeros de directiva en el Colegio de Árbitros.

Así lo expuso: "Me molesta mucho cuando se meten con Nacional. (...) Hace dos meses, cuando a Defensor le anularon un gol insólito de (Matías) Abaldo, no lo vi a Ruglio acompañar a Alberto Ward y a Álvaro Carrau al Colegio de Árbitros".

Ricardo Figueredo/Archivo El Pais

Acerca de la acusación sobre que el árbitro Gustavo Tejera "guardó una tarjeta" para evitar amonestar al capitán Diego Polenta previo al clásico, replicó: "¿El Cebolla Rodríguez, el Mota Gargano y ahora Maxi Olivera son unas carmelitas descalzas y nenes de pecho? Somos todos grandes, no seas malo. Son cosas que no tienen pies ni cabeza. Es jugar con la inteligencia ajena y crear un clima que lo vivimos todos los años. (...) Habla del año pasado cuando Peñarol perdió dos finales con Liverpool y resulta que la culpa la tienen los árbitros".

—No debería pesar, pero pesa. Uno tiene que juzgar una conducción, lo que ha hecho una gestión. Cuando agarramos el club estaba prácticamente fundido y el Parque a mitad de construcción. Hoy lo tenemos parado, con 250 palcos impecables, un restaurante de última generación y un estadio que tiene una tienda dentro del propio estadio. Sería miope si te dijera que no nos impacta cómo le va al tradicional adversario en la Copa Libertadores.

—Hemos visto en los últimos años lo que ha trabajado Tatiana para el club en el fútbol, en lLos Céspedes, en el Parque, en los colectivos, siempre cerca del hincha, del socio. Cuando fuimos a San Pablo estaba pendiente de cuándo llegaban los ómnibus. Es todo terreno. Tiene tiempo, tiene ganas, es joven, es muy militante y nos pareció muy disruptivo.