Enviada - San Sebastián
El ambiente en San Sebastián es ameno, ligero. No solo porque el partido de Uruguay vs. País Vasco en San Mamés es amistoso, sino que el estado de situación de la selección de Marcelo Bielsa transmite tranquilidad. Los resultados hablan por sí solos. Todos parecen felices. Lo están los niños (muchos), los padres y también los tantos uruguayos que no pueden ver a la selección por haber tomado la decisión de residir en otro continente y para los cuales este momento ante sus ídolos vale oro.

Se acercan con banderas, camisetas, termos y mates. Un “¡Hostia, es Araujo!” interrumpe un ambiente que podría darse a la salida de un hotel en Uruguay. Familias y parejas de Barcelona, Alicante y País Vasco que dejan escapar su característico acento. Algunos hace 22 años que dejaron el paisito, aun así no pierden el acento y no olvidan. Como Maria y Luis que no olvidan que Facundo Torres se llevó un tupper suyo donde viajaba una pastafrola de regalo hace dos años atrás. Otros se fueron hace 18 años. Tampoco olvidan la magnitud del técnico que tienen y que, pese a ser argentino, se camufla como uno más, tratando a la Celeste como se merece.

Foto: Sofía Berardi.

Alrededor de 60 personas pasearon ayer por el hotel Costa Vasca, a 30 minutos caminando del centro de Donostia, unos 10 en auto. Todos con un buen concepto de Bielsa. Entre ellos una pareja uruguayo-argentina que lo cruzó en la rambla el día anterior. A Diego y Rocío les preguntó de dónde eran y qué hacían allí. Cuando ella le contó que era Argentina, Bielsa le respondió que él también, “de Rosario”. La conversación derivó en el River Plate argentino y la pareja, que se acercó a la concentración para ver a los futbolistas, disfrutó de una charla amena. Así también se lo vio conversar con Mikel Etxarri que le entregó un libro sobre 100 frases de fútbol. “Pero lo tienes que leer”, le dijo el exseleccionador de euskadi a Bielsa. “Claro que lo haré”, respondió el argentino.

Foto: Sofía Berardi.

Con los niños no evitó su sonrisa. Regañó a un padre por el fallido marcador que le dio a uno de los chicos para conseguir su firma. Se tomó fotos, ordenó el encuadre a la voz de “vos ponete de este lado” y se tomó todo con humor. La interrupción de su celular en la conferencia, las repreguntas y el grupo de fanáticos que le retrasó el avance a la puerta del hotel. El Loco está feliz y todo hace pensar que Uruguay está listo para la Copa América.