La carrera de Joaquín Boghossian (36) como entrenador ha sido casi meteórica. En 2023 se estrenó con Uruguay Montevideo en Segunda División y estuvo cerca de lograr el ascenso. Para el 2024 consiguió el tan ansiado debut como DT en Primera División con Deportivo Maldonado, equipo con el que tiene un proyecto a dos años en el que el objetivo es crecer, pelear por cosas importantes y, fundamentalmente, volver a participar en copas internacionales.

El entrenador destacó el buen ambiente que encontró desde su llegada al equipo fernandino: “Todo lo que hemos estado predicando en cuanto a energía, valores de compromiso, solidaridad y compañerismo se refleja aquí, se palpa y se ve en los entrenamientos, que cada vez salen mejor”, aseguró.

En esta nueva experiencia en Primera División, Boghossian junto a su cuerpo técnico también asumieron un trabajo distinto: “Pasamos de un club como Uruguay Montevideo, donde no teníamos muchos recursos humanos, a una infraestructura donde ahora respondemos ante una sociedad anónima deportiva. Esto representa un desafío importante, pero era lo que estábamos buscando”.

Para conformar el plantel de esta temporada, el entrenador apostó a contar con un grupo que tuviese sentido de pertenencia como ya sucedía con futbolistas como Facundo Tealde, Guillermo Reyes o Lucas Núñez: “Teníamos una base, pero lo que buscábamos desde el primer día era gente que valorara lo que significa ser parte de Deportivo Maldonado. Buscábamos jugadores locales, del departamento, y además, jugadores con ambición, que apreciaran las instalaciones, el club y el alto nivel de recursos humanos que tenemos acá”, remarcó.

“A pesar de que algunos tienen más minutos que otros, todos los jugadores están comprometidos y han desarrollado un fuerte sentido de pertenencia. Todavía tenemos margen de mejora, pero todos comparten el mismo espíritu, tanto dentro como fuera de la cancha”, apuntó el entrenador sobre su plantel.

Foto: Ricardo Figueredo

Mañana desde las 18:00 horas, el Domingo Burgeño Miguel se vestirá de fiesta para recibir al puntero del campeonato: “Viene Peñarol y creo que es una linda prueba para nosotros y para nuestros jugadores de demostrarnos que sí estamos para competir contra todos por igual, como lo hemos hecho hasta ahora, más allá del resultado”, destacó.

Consultado sobre si su pasado tricolor hace que el encuentro tenga un sabor especial, sostuvo: “Estuve solo un año en Nacional y fue hace más de 10 años, entonces eso ya quedó bastante lejos y lo siento como un rival más. Lo que nos va quedando después, a los que ya tenemos algunos años en esto, son las amistades y más allá de poder mirar una camiseta, lo que siempre está bueno es encontrarse con las personas”.

Además, será un encuentro especial porque supondrá el segundo en su cancha: “Hemos disputado cinco o seis partidos fuera de casa y la diferencia es significativa. Viajar no es algo a lo que los equipos uruguayos estén acostumbrados, y acá contamos con un gran apoyo del club y una hermosa cancha. Elegir venir a Deportivo Maldonado fue una decisión consciente, sabíamos que tendríamos un fuerte respaldo local. Cuando Defensor vino, la gente se volcó y tanto los jugadores como el personal del club se sienten cómodos jugando en casa, lo cual es reconfortante”, reveló.

Una de las figuras destacadas de Deportivo Maldonado es el argentino de 37 años Marco Ruben, quien volvió del retiro, se puso la del fernandino y el domingo ante Progresó hizo su primer gol.

“Marco Ruben ya estaba el año pasado, aunque aún estaba adaptándose. Tenerlo en el equipo es un gran impulso para nosotros como entrenadores. Con más de 400 partidos en Primera y más de 130 goles en todo el mundo, Marco aporta una valiosa experiencia y un desafío para mantenerlo motivado a pesar de su edad y de estar en un nuevo entorno”, destacó el entrenador.

“Nos enorgullece dirigirlo y nos ofrece una oportunidad continua de aprendizaje. Intentamos ayudarlo en todo lo posible y valoramos sus conocimientos”, sentenció.