TRICOLORES
La confianza que supo entregarle Jorge Giordano le permitieron al delantero aparecer en la dimensión que se esperaba por sus cualidades técnicas.
Es otro. Se le nota cuando usa a la raya de cal como socia. Casi la adopta como hermana. Es otro. Ahora lo deja al descubierto porque tiene confianza parea acelerar, porque se dio cuenta que precisión en carrera con la pelota al pie le termina entregando siempre grandes posibilidades para desparramar a los rivales. Brian Ocampo se ha transformado en un futbolista muy importante en el ataque de Nacional y los números, por encima de la apreciación visual de su calidad, lo determinan: suma 11 asistencias de gol, cuando hasta el Torneo Intermedio no fue capaz de confirmar las cualidades que le llevaron al primer equipo.
Queda claro, por encima de cuestionamientos que se puedan hacer en cuanto a la labor que cumplió al frente de Nacional Jorge Giordano, que esta confianza del extremo derecho (o izquierdo porque ahora se lo ubica por ahí) tiene su origen en una cuestión irrefutable: la insistencia del extécnico tricolor de darle a Ocampo su lugar en el once inicial. Determinación que nunca alteró pese a las críticas que llegaban desde afuera.
Entonces, aquel Ocampo que en el Apertura disputó ocho encuentros y no fue capaz de convertir un gol ni dar una asistencia de gol para un compañero y que repitió un panorama tan pobre en el Intermedio donde se retiró también con saldo negativo (ni goles ni asistencias), es otro. Cambió. En el Torneo Clausura ya la mandó a guardar en una ocasión y entregó ocho asistencias de gol para sus compañeros.
Así, Ocampo, además de certificar antecedentes de aquellas jornadas en divisiones formativas, terminó convirtiéndose en pieza de enorme importancia en el andamiaje de un equipo que busca alcanzar el bicampeonato uruguayo.
Es claro que los goles los hace Gonzalo Bergessio, pero también es innegable que después de "Lavandina" no hay otro jugador que haya alcanzado tanto peso en el ataque como el que está teniendo Ocampo.
Aunque no se puede desconocer que Felipe Carballo supo ponerse las "pilchas" de mediocampista goleador, porque lleva 5 tantos contra uno de Ocampo, el puntero se ha encargado de fabricar las jugadas para que la ofensiva tricolor sea más picante. El atrevimiento y técnica que exhibe para meterse zigzagueando en un pasillo de piernas filosas que quieren cortar sus avance evidencian que le apasiona hacer la diferencia. Y, lo mejor para Nacional, es que lo está consiguiendo.
En todos los rubros, porque la superación en su pegada, tanto en pelota quieta como en movimiento, también es un claro ejemplo de que el trabajo en Los Céspedes está dando sus frutos.