NACIONAL
El atacante tricolor, que disputó la media hora de juego del encuentro ante Liverpool en la antesala de la postergación, se retiró con una molestia en el posterior de la pierna y generó alarma.
La postergación del partido contra Liverpool para este lunes no hace más que quitarle 24 horas a Nacional para la preparación del clásico, pero no quedaba otra alternativa ya que se tiene que terminar la fecha para empezar la cuarta jornada del Apertura. Igualmente, los tricolores tendrán cinco días para pensar en el duelo contra Peñarol, que será el domingo en el Campeón del Siglo.
Pero la situación que más preocupa a los tricolores es la de Brian Ocampo. El floridense estuvo toda la semana pasada trabajando diferenciado por una dolencia en el posterior de su pierna derecha producto de un golpe en el partido contra Rentistas (4-0) y Pablo Repetto, el entrenador tricolor, decidió mandarlo a la cancha ayer.
Las condiciones climáticas seguramente influyeron, pero lo cierto es que Ocampo debió ser sustituido a los 29 minutos, momento en el cual entró Santiago Ramírez, que apenas pudo jugar tres minutos.
Mientras estuvo en cancha, nuevamente el extremo volvió a ser de los exponentes más destacados de los albos, ya que su movilidad y gambeta complicó a la zona derecha de la defensa de los negriazules, en especial a Gastón Martirena, Gonzalo Pérez y hasta Pablo González, que retrocedía y se volcaba por esa zona de la cancha.
Lo que está claro es que Ocampo no jugará hoy y que es duda para poder disputar el clásico. Desde la interna tricolor le dijeron a Ovación que el jugador sintió “un pinchazo” en la zona, aunque cuando salió se lo vio caminar casi sin dificultad. Será una semana larga para el floridense.