TORNEO CLAUSURA

Si al número 16 del conjunto Bohemio le preguntan si se ve levantado la copa del Torneo Clausura no duda en su respuesta: “Ganar un título con Wanderers es un sueño que tengo, más después de estar tan cerca en la Supercopa y en el Torneo Intermedio”.

Y es que el Bohemio es todo para Bruno, principalmente porque ha pasado casi la mitad de su vida vistiendo sus colores. Llegó al equipo del Prado en 2011, a la categoría preséptima. No había ingresado en el mundo del baby fútbol, pero jugaba en el colegio, fue allí cuando le llegó la oportunidad. “Vino un catador de Wanderers en diciembre de 2011 y me llevó a hacer la prueba. Ese día hice dos goles en la práctica (en ese entonces jugaba de nueve o doble nueve) y me dijeron de fichar”, narra el volante Bruno Veglio, de 23 años.

Completó las formativas en el Bohemio hasta que en 2018 Eduardo Espinel lo subió al primer equipo. Jugó dos años y poco antes de lafinal del Torneo Intermedio, durante el duelo ante Liverpool se fracturó el peroné, lesión que le llevó cinco meses de pausa antes de volver a las canchas. “La final la viví desde la tribuna, con muletas, y encima perdimos por penales. Me quería morir”, recuerda Bruno sobre la definición del torneo ante Nacional. Pero su fractura de peroné le permitió llegar a la Supercopa, donde también padecieron al tricolor.

Fue un momento muy difícil que pegó más duro por la continuidad que menciona haber tenido Veglio, la misma que en ese momento lo hacía sentir muy bien. Por fortuna sus amigos y su familia estuvieron ahí para apoyarlo y hacerle el proceso más ameno, al igual que Wanderers le dio todo para una rápida recuperación.

Para momentos como estos, Bruno tiene otro escape que lo ayuda a distraerse de lo momentos no tan lindos del fútbol y para ello estudia para contador público. “Me ha salvado de estar pendiete del deporte”, señala.

Para este campeonato agarró viento en la camiseta y durante los últimos juegos ha sido un jugador determinante. El miércoles pasado Wanderers enfrentó a River Plate, su clásico rival del Prado por la décima fecha del Clausura y tenía que ganar para seguir en la lucha por la cima. Se cumplieron 90 minutos del duelo y el marcador seguía 0-0, hasta que tres minutos después Sergio Blanco asistió a Veglio, que remató cruzado para convertir y poner el grito de un gol apasionante en el cielo.

“Fue hermoso, teníamos que ganar porque eran tres puntos importantes. Además, se había hablado mucho por el hecho de que le retiraron la capitanía a Guzmán Pereira y lograr el triunfo fue muy lindo. Haber hecho el gol fue tremendo por todo lo que he vivido en Wanderers. Antes Daniel Carreño me preguntó cómo estaba y yo le dije ‘estoy bien, por favor, no me saques’, porque sentía que algo iba a venir y por suerte sentí bien”, expresa Bruno. Y agrega sobre este tema que entiende la postura de los hinchas, pero que “conociendo a Guzmán” puede asegurar que lo hizo sin una mala intención: “El que lo conoce sabe la adhesión que tiene con el equipo, él deja todo siempre. Por él hay que sacarse el sombrero”.

Este lunes desde las 18:45 el Bohemio tiene un gran desafío: se enfrenta a Cerro Largo, rival directo con la misma cantidad de puntos (20), con la posibilidad de alejarlo de la pelea y a la vez, sostiene la esperanza de que un tropiezo de Peñarol les permita trepar a lo más alto de la tabla. “Este partido nos va a marcar de aquí en adelante. Nosotros tenemos que hacer bien las cosas. Cerro Largo es un rival dificilísimo que ha dado pelea y físicamente está muy bien. Va a ser lindo de ver, creo podemos hacer un bien partido y en el Viera tenemos que llevárnoslo”, expresa el jugador bohemio.