AURINEGROS
El argentino ingresó para jugar el segundo tiempo, anotó su primer gol en el mirasol y enloqueció a la zaga de Olimpia de Paraguay.
Llegó a Peñarol casi que de un día para el otro mientras en Paraguay esperaban que renovara su contrato con Cerro Porteño y en Argentina se ilusionaban con un nuevo regreso a Rosario Central. Federico Carrizo eligió Uruguay y luego de una corta semana de cuarentena, entrenó, se puso a punto y quedó a las órdenes de Mauricio Larriera.
El técnico lo fue llevando de a poco, pero con la necesidad de que sumara minutos porque el floridense entendía era un jugador importante que le podía aportar muchas cosas a la nueva versión mirasol.
Y más allá de que el Pachi vino desde el fútbol paraguayo, que tiene un entorno bastante similar al uruguayo, los primeros partidos del atacante no fueron los mejores.
Apenas pudo mostrar destellos de su clase, pero sin entrar demasiado en juego. Larriera lo puso desde el banco de suplentes, apostó por él como titular y el Pachi no convencía. Le faltaba algo.
Con el paso de los partidos, el jugador de 30 años no logró rendir en la medida de lo esperado y perdió la titularidad. El técnico probó con juveniles primero y ayer lo mandó al banco de suplentes en medio de una renovación de sistema y nombres.
Pero lo mostrado por Peñarol en la primera parte no fue bueno más allá de haber terminado en ventaja con un gol de Juan Manuel Ramos.
Eso hizo que el director técnico metiera mano en el equipo y para el complemento, renovó el ataque con el ingreso de Ignacio Laquintana y Federico Carrizo.
Los dos le pusieron mucho vértigo y velocidad a la ofensiva de un equipo que cuando se lo propuso, lastimó y mucho a Olimpia, un viejo conocido del Pachi, con pasado exitoso en Cerro Porteño. Y tan solo demoró tres minutos el argentino en desnivelar para anotar un golazo y gritar si primer tanto con la camiseta del mirasol.
Ruben Bentancourt le bajó una pelota por la izquierda, el Pachi encaró en velocidad y cuando Gastón Olveira salió al achique, Carrizo se la picó para anotar el 2-0 aurinegro.
A partir de ahí el partido fue otro. El carbonero se adueño del trámite y en eso tuvo mucho que ver el argentino, porque cada pelota que tocó la jugó con mucha determinación, serenidad y paciencia, pero cuando pudo, encaró en velocidad y fue imparable para la zaga rival. Lo mismo ocurrió con Laquintana por derecha. Anoche apareció el Pachi Carrizo que Peñarol fue a buscar y el mirasol ya empezó a disfrutar de un Clase A.