El hincha de Peñarol llegó al Estadio Centenario con una tranquilidad que pocas veces se vive en la previa de un partido. El título del Torneo Apertura ya estaba conseguido y solo le restaba festejar, aunque claro está que hacerlo con una victoria iba a ser mucho mejor.
Y los tres puntos no solo le iban a sentar mejor al festejo, también a la tabla porque el aurinegro podía aprovechar que sus perseguidores dejaron puntos para seguir estirando la ventaja de lo que será la futura Tabla Anual.
A Peñarol no le fue fácil, pero lo consiguió. Lo logró porque en el primer tiempo, donde Racing fue más, tuvo la seguridad de Thiago Cardozo, porque en el complemento explotó las bandas que se le había negado en la primera mitad y porque aparecieron los goles, los dos tantos que le dieronel triunfo por 2-0 para que la fiesta sea completa, más allá de las lesiones de Abel Hernández y Kevin Méndez que preocupan.
En los primeros 45 minutos, además de los cambios obligados, Peñarol se vio sometido por un Racing que presionó, que no lo dejó jugar cómodo y que le cerró los circuitos de juego más allá de que Sebastián Rodríguez volvió a ser el más claro del aurinegro.
Allí fue clave la actuación del arquero mirasol que evitó en un par de ocasiones lo que podría haber sido el 1-0 del Cervecero.
Pero, no aprovechar esas jugadas le costó caro al equipo de Sayago. Peñarol empezó a tener la pelota, obligó a su rival a replegarse y comenzó a ganar las bandas, donde sí pudo complicar en la segunda mitad.
Por allí Seba Rodríguez tocó con Bruno Betancor y este con Nicolás Rossi que llegó al fondo, lanzó el centro y encontró a Máximo Alonso que definió con el arco libre para el 1-0 mirasol.
A partir de ahí el partido fue otro, todo lo bueno que había hecho Racing empezó a desmoronarse y como si eso fuera poco llegó el segundo gol mirasol tras una fatalidad.
Matías Arezo cabeceó y la pelota pegó en la mano de José Varela. El VAR cobró la infracción y el propio delantero se hizo cargo de la pelota que terminó en la red, pero en el rebote porque Nicolás Gentilio le contuvo el penal a quien cortó una racha de ocho partidos sin poder anotar.
De ahí en más en la tribuna ya se celebraba el título que ya se había conseguido, pero al que le faltaba una victoria como la conseguida en la pasada jornada para celebrarlo a lo grande. Peñarol ganó, recibió las medallas, levantó el trofeo y le sacó siete puntos de diferencia a Nacional en la Anual.