Cánticos y botellazos: uruguayos y argentinos hicieron vivir un clima hostil a los ingleses en el Mundial Sub 20

En su gran mayoría el estadio alentó por la Celeste, pero también se generó un clima tenso con los hinchas y jugadores ingleses.

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Hinchas de Inglaterra en el Estadio Diego Armando Maradona de La Plata para el Mundial Sub 20.
Hinchas de Inglaterra en el Estadio Diego Armando Maradona de La Plata para el Mundial Sub 20.
Foto: AFP.

Enviado - La Plata
Un solo ingreso para todos los hinchas hizo que mucho público entrara con el partido empezado para presenciar el Uruguay-Inglaterra (2-3) por la segunda fecha del Grupo E del Mundial Sub 20. De hecho sobre el minuto 30 de la primera parte todavía se pudo observar que parte de los más de 27.000 presentes recién estaban ocupando sus asientos. Pero solo con la porción de hinchas que ya estaba adentro al momento de iniciar el juego, se pudo vivir un clima extraño y que llegó a ser hostil desde las tribunas.

Lo manejábamos en la previa. Las entradas agotadas respondían a que en Argentina era feriado, que el juego pintaba atractivo, pero en su gran mayoría porque del otro lado estaba Inglaterra, un rival que el pueblo albiceleste siente como un clásico. La guerra de Malvinas (1982) por la soberanía de las islas fue el puntapié inicial que encendió la pica entre ambos países y que luego se trasladó al fútbol unos años más tarde cuando Argentina eliminó a Inglaterra de México 1986 con Diego Maradona como bandera y con dos recordados goles: el mejor de la historia de los mundial, eludiendo a siete hombres, y el de la mano que el juez no percibió. De ahí en más, las diferencias fueron irreconciliables.

Hinchas argentinos con bandera de Diego Maradona alentando a Uruguay en el Mundial Sub 20.
Hinchas argentinos con bandera de Diego Maradona alentando a Uruguay en el Mundial Sub 20.
Foto: Darwin Borrelli.

Desde las tribunas, por una buena parte del público, comenzó a bajar el típico canto "el que no salta es un inglés" cuando apenas los dirigidos por Ian Foster salieron a calentar previo al partido. Con camperas azules, short y medias blancas, el equipo británico encaró el camino rumbo a la cancha en un mar de silbidos y cuando se prestó a cantar el himno, fue imposible. Uruguayos y argentinos, juntos, se encargaron tapar el canto inglés.

Randall Rodríguez y el pedido de calma a los hinchas en el Uruguay-Inglaterra del Mundial Sub 20.
Randall Rodríguez y el pedido de calma a los hinchas en el Uruguay-Inglaterra del Mundial Sub 20.
Foto: Darwin Borrelli.

Los silbidos se multiplicaron y nuevamente: "El que no salta es un inglés", lo que motivaba más a una hincha de Inglaterra ubicada bajo la zona de prensa a agitar con las dos manos su bandera de Inglaterra.

Ese cántico bajó una y otra vez, al igual que ya había ocurrido ante Túnez, en más de una ocasión y se sumó también al "A estos p.. le tenemos que ganar". Toda esa bronca contenida por los jugadores británicos salió a la luz cuando Humphreys y Devine anotaron sus goles en la primera mitad.

Festejo contra la banda, puño al aire y desahogo, claramente, frente a los hinchas que seguían insultando y haciendo gestos desde la tribuna. De hecho, el comentario en la tribuna de al lado a la zona de prensa era que fue innecesario hacer esto en un torneo Sub 20 cuando son "pibes" los que están en la cancha.

El festejo de los jugadores de Inglaterra en el duelo ante Uruguay en el Mundial Sub 20.
El festejo de los jugadores de Inglaterra en el duelo ante Uruguay en el Mundial Sub 20.
Foto: Darwin Borrelli.

Pero, las provocaciones continuaron. A medida que pasaban los minutos el ánimo se puso un poco más caldeado y en el complemento se dio otro hecho insólito: comenzaron a caer botellas al campo de juego. Al momento de ingresar a la cancha, todas las botellas fueron retiradas, pero hubo y muchas, en pleno partido y varias de ellas cayeron al campo de juego.

Seis o siete de ellas fueron directo hacia los suplentes y los jugadores de Inglatera que estaban celebrando el 3-1 que, una vez más, fue gritado con furia a la cara de los hinchas haciendo el gesto de silencio, lo que llevó a que intervenga el primer asistente. Le pidió a los jugadores que se retiren y lo tuvo que repetir cuando seguían celebrando cara a cara con los hinchas que ya esa altura no se distinguía si eran argentinos o uruguayos.

La marea de simpatizantes por Uruguay fue grande y de hecho apenas terminó el partido los hinchas se amontonaron sobre la boca del vestuario con intenciones de gritarle algo más a los jugadores ingleses que quedaron "atrapados" en el banco de suplentes. Cayeron botellas y ellos respondieron con insultos o celebrando los tres puntos que los clasificaban a octavos de final.

Al término del encuentro, el entrenador inglés admitió que el partido "fue un desafío maravilloso". "Sabíamos que sería un partido difícil. Uruguay tiene un equipo fantástico, lleno de mucha calidad individual y creo que estuvimos a la altura. Este clima forma parte de la experiencia de un Mundial para estos jóvenes, sirve de preparación para la mayor y así que venir a la 'boca del lobo' les permitió manejar el ambiente de buena manera", sostuvo.

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