La Nación / GDA
En medio de la tristeza del vestuario del estadio Morumbí, tras la derrota de Flamengo ante Sao Paulo en la final de la Copa de Brasil, Jorge Sampaoli le dijo a su plantel unas palabras que sonaron a separación de caminos, a ciclo concluido.
Según reflejó Globoesporte, el entrenador expresó: “Ni ustedes supieron aprovecharme a mí ni yo supe aprovecharlos a ustedes”. Sus colaboradores lo acompañaron con un mensaje que tenía el mismo tono. Renato Rodrigues, comentarista de ESPN Brasil, marcó un punto de no retorno: “No es mala relación entre Sampaoli y el equipo, la cuestión es que no hay relación”.
Tras cinco meses de gestión (debutó el 19 de abril, con un 2-0 ante Ñublense por la Copa Libertadores) la salida de Sampaoli es inminente. “Contra San Pablo hicimos una gran final, pero nos van a sacar porque Flamengo perdió seis finales en el año y algo tienen que mostrar. Todavía no nos informaron nada. La verdad que laburamos muchísimo, fueron casi 40 partidos en cinco meses”, le comentaron a este diario desde el entorno de Sampaoli.
Ante el malestar de los hinchas, los dirigentes de Flamengo necesitan descomprimir la situación de un club que atraviesa un 2023 adverso en resultados, tras haber sido campeón el año pasado de la Copa Libertadores.
El director técnico argentino carga con tres decepciones: eliminado por Olimpia en los octavos de final de la Copa Libertadores, final perdida en la Copa Brasil y séptimo puesto en el Brasileirao, a 11 puntos del líder Botafogo.
Cuando asumió, Flamengo cargaba la pesada mochila de haber perdido ante el Al-Hilal en las semifinales del Mundial de Clubes y las finales de la Supercopa de Brasil, la Recopa Sudamericana y el Estadual Carioca. Sampaoli no pudo revertir esa tendencia negativa en un club que tiene poca tolerancia a la derrota, y mucho menos paciencia entre sus hinchas, que explotaron en las redes sociales.
Como ya ocurrió en las rescisiones anticipadas de contrato que tuvo en Olympique Marsella y Sevilla, la cuestión económica vuelve a ser fundamental para que Sampaoli firme el finiquito. Él no está dispuesto a renunciar. Con contrato hasta el 31 de diciembre de 2024, su despido implica una indemnización de 7,9 millones de reales, aproximadamente 1,6 millones de dólares. Mientras Flamengo propone un plan en cuotas, Sampaoli exige un único pago. De esas negociaciones está pendiente la desvinculación del exentrenador del seleccionado argentino.
Su paso por el club más popular de Brasil no estuvo exento de polémicas, que excedieron lo futbolístico. Sorprendió la ruptura con Arturo Vidal, a quien dirigió en el seleccionado de Chile que ganó la Copa América 2015. En julio, el Rey Arturo se fue de Flamengo a Athlético Paranaense y en el camino dejó una frase explosiva: “Me siento muy feliz de jugar. Siempre estuve preparado, solamente que me tocó un entrenador, un perdedor, que no sabe apreciar a los jugadores”.
Hace poco menos de dos meses estalló otro conflicto con un integrante de su cuerpo técnico. El preparador físico Pablo Fernández fue separado tras haber agredido con un puñetazo al jugador Pedro Guilherme en el vestuario, luego de un partido, situación que Sampaoli no presenció.
Mientras la suerte de Sampaoli en Flamengo está echada, los dirigentes también demoran el anuncio porque pretenden salir rápido de la crisis con la designación del nuevo entrenador. El apuntado es Tite, que dirigió a Brasil en los últimos dos mundiales, y a quien deben convencer para que asuma ahora, ya que su pretensión es hacerlo en enero. Flamengo no puede esperar.