ENTREVISTA

Juan Ramón Carrasco se define como una persona “auténtica, sincera, que no vende humo y no habla por detrás”. Algo que, recalca en más de una oportunidad, no “cae bien en este país” y en el mundo del fútbol.

En un mano a mano con Ovación, el director técnico habló sobre si Luis Suárez tomó la mejor resolución al venir a Nacional de cara al Mundial de Qatar 2022, la timidez que le ve a Federico Valverde y el dolor que le generó el cese de Óscar Washington Tabárez como entrenador de la selección uruguaya. Lo hizo, fiel a su estilo, contando sus “verdades con argumentos” y sin “tirar bombas”.

Carrasco estuvo de viaje por Europa. Contó que en varias oportunidades le consultaron por un futbolista celeste: Federico Valverde. El mediocampista del Real Madrid pasa por un gran momento, ya que viene de coronarse campeón de la Liga de España y de la Champions League. El Pajarito lleva disputados ocho encuentros en la temporada 2022/2023 donde marcó cuatro goles.

Sin embargo, JR le pidió más al futbolista surgido de las inferiores de Peñarol: “Es flor de jugador, pero todavía tiene que pagar derecho de piso. Está tímido”.

“Ves que tiene una gran zancada, que le pega con un fierro y se puede sacar un tipo de encima. Pero cuando juega con los ‘monstruos’ (el croata Luka Modric y el alemán Toni Kroos), él es el novato. Cuando se vayan todos esos ahí vamos a ver a Valverde”, explicó.

Aseguró que el Pajarito posee todas las cualidades para ser un elemento clave dentro del Real Madrid, aunque le solicitó enfáticamente una cosa para mejorar su rendimiento y es “que se suelte”.

No excluyó de culpa al director técnico del conjunto español, el italiano Carlo Ancelotti, quien tal vez “no le da la libertad necesaria”. Carrasco especuló que una de las razones por las cuáles Valverde tiene más continuidad en el Real Madrid es porque “recupera la pelota y se la da a otro compañero, ya que estando los ‘monstruos’ no hace todo lo otro”.

Tampoco le convenció la versión del futbolista de 24 años que observó en la selección de Uruguay: “A mí me gustaría verlo de otra manera. Porque cuando viene a Uruguay, dependiendo del entrenador, se juega ‘a la uruguaya’. ¿Qué es eso? Primero defiendo y luego ataco. Acá todo es fríamente calculado”.

En las Eliminatorias Sudamericanas para el Mundial de Qatar 2022 se dio un hecho que marcó a la selección uruguaya: el despido de Óscar Washington Tabárez tras 15 años a cargo del equipo. El Ejecutivo de la AUF decidió romper el contrato del maestro después de las derrotas 1-0 ante Argentina en el Campeón del Siglo y 3-0 contra Bolivia en el Estadio Hernando Siles de La Paz. La Celeste había quedado en la séptima posición, fuera de los puestos clasificatorios a la Copa del Mundo cuando tan solo quedaban cuatro partidos. Llegó Diego Alonso y el resto es historia conocida: Uruguay ganó los cuatro encuentros y accedió a su cuarto Mundial consecutivo.

La segunda etapa del maestro al mando de la Celeste fue desde el 2006 al 2021 donde clasificó a tres Mundiales (2010, 2014 y 2018) y ganó la Copa América 2011, en Argentina. Carrasco siempre criticó el proceso Tabárez debido a que nunca le gustó el estilo de juego que desarrolló el equipo y porque no lo consideró un ciclo exitoso.

“Por ganar una Copa América no se lo puede catalogar como un proceso exitoso. Pero los defensores de ese ciclo me decían que clasificaba a los mundiales; yo les contestaba que antes no estaba la facilidad de terminar en el quinto puesto (de las Eliminatorias) y jugar un repechaje contra un rival facilísimo”, argumentó.

No obstante, JR afirmó que si Tabárez continuaba en el cargo, “Uruguay se hubiese clasificado” al Mundial de Qatar. “Los dos primeros partidos que le tocaron al Tornado fueron con la peor Paraguay en mucho tiempo (victoria 1-0 de la Celeste en Asunción) y luego frente a Venezuela (triunfo uruguayo por 4-0 en el Estadio Centenario), mientras que los dos últimos partidos del maestro (Argentina y Bolivia) los perdía cualquiera”, sentenció.

A Carrasco le “dolió la salida del maestro porque se llenaron la boca con ‘el proceso’” y tras las derrotas en fila de Uruguay “se borraron todos los elogios” y lo “masacraron para poder sacarlo”.

“¿En qué Eliminatoria no estuvimos con la calculadora en la mano? ¡En todas! Y por qué en esta última no iba a pasar lo mismo. Si continuaba y ganaba los dos siguientes encuentros (Paraguay y Venezuela) Uruguay se clasificaba”, expresó.

De todos modos, se mostró optimista de cara a lo que viene: “Me genera ilusión si pone a los buenos jugadores juntos. Si veo a Uruguay con dinámica, presión y vocación de atacar. Sin embargo, tengo muchas dudas por la pregunta que hay en el ambiente: ¿a quién saca el técnico con el nivel de Darwin Núñez, a Suárez o Cavani? Ahí estamos diciendo que vamos a tener una mentalidad de respuesta. Tenemos a esos tres fenómenos, ¡hay que ponerlos! ¿Y quién marca? Están Valverde, Bentancur, Vecino y Torreira”.

El arribo de Luis Suárez a Nacional generó diversas opiniones sobre si tomó la mejor resolución de cara al Mundial de Qatar. Carrasco no titubeó y dijo que si el Pistolero priorizó llegar en las mejores condiciones físicas y futbolísticas a la Copa del Mundo la liga uruguaya “no es la más idónea”.

“Lo mejor de Luis es picar al espacio, las buenas paredes que realiza y ese volumen de juego que tiene. Pues eso acá no lo va a encontrar porque todos los rivales se van a defender y más con él en cancha”, puntualizó el exdirector técnico de Fénix, River Plate y Nacional.

JR vislumbró una selección que jugará al contragolpe y eso conspirará con la preparación del salteño. Porque tendrá mucho espacio y es una situación que no vivirá en su estadía en Nacional. Entonces, en la Copa del Mundo, “va a picar una, dos, tres o cuatro veces y, ¿le dará el ‘fuelle’?”

El andar del tricolor en el Campeonato Uruguayo es muy bueno. Además de los resultados, Carrasco elogió el nivel del equipo donde “se le ve la mano de Pablo Repetto”.

Alabó la “vocación de no ganar como sea, de presionar, de genera pases en velocidad”, aunque se detuvo con todos esos elogios e hizo una aclaración: “Estoy hablando a nivel local. Entonces, yo me pregunto, ¿por qué sacamos el pie del acelerador en función de lo que hace el rival?”, haciendo referencia a la eliminación del tricolor en los cuartos de final de la Copa Sudamericana con Atlético Goianiense por un global de 4-0.

“Goianiense hizo un gol y cuidó la diferencia en el Gran Parque Central, mientras que Nacional no tuvo fórmulas para doblegarlo. Las veces que lo consiguió fueron por tiros de afuera del área. Solo hubo una jugada asociada: la conexión entre Cándido y Suárez que terminó con un remate del Colo (Ramírez) en el palo. Esa fue una de las jugadas que ves con espacios o ante otro tipo de rival. Pero a nivel internacional, ese fútbol aparece a cuenta gotas”, aseveró.

Carrasco se definió como un entrenador que “juega a ganar”. Sostuvo que varios técnicos “juegan a no perder y terminando ganando”, y muchos le “han ganado jugando a no perder”.

También se consideró un “formador” de futbolistas y, por todo esto, se catalogó como “un entrenador recontra barato”. “En todos los equipos donde estuve siempre hubo logros deportivos y económicos, ya que se han vendido jugadores sin nombres por millones de dólares”, enfatizó.

Hizo memoria sobre todos los futbolistas que tuvo en sus equipos y fueron vendidos al exterior. Recordó a algunos: Manuel Ugarte, José María Giménez, Nicolás López, entre otros. No dejó pasar los logros que consiguió como clasificar a Fénix a jugar copas internacionales, disputar con River Plate la semifinal de la Copa Sudamericana 2009 y ser campeón Uruguayo con Nacional en 2011.

Ese Uruguayo, según él, tiene un “valor especial”, debido a que se lo “ganó al mejor Peñarol de los últimos 30 años, el que disputó la final de la Copa Libertadores de América” (ante el Santos de Neymar).

Carrasco se encuentra sin trabajo, aunque tiene varias propuestas sobre la mesa para volver al ruedo. Dejó en claro que en el fútbol uruguayo solo dirige a tres cuadros (Fénix, River Plate y Nacional). A su vez, espera tener otra oportunidad en el exterior donde tuvo un pasaje por Ecuador (en Emelec) y en Brasil (Athletico Paranaense).

Afirmó que tiene otro gran sueño: volver a la selección. Dirigió 13 encuentros a la Celeste entre el 2003 y el 2004. Su ciclo llegó a su fin cuando Uruguay cayó 3-0 ante Venezuela en el Estadio Centenario por las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de Alemania 2006, el 31 de marzo de 2004.

“Me agarró muy joven. Esa selección jugaba muy bien, tenía más goles que Argentina y Brasil en esa Eliminatoria. Por poco se le gana a Brasil en Curitiba. Ese equipo brasileño era el de Rivaldo, Roberto Carlos, Ronaldo y más”, sentenció.

“Confronté mucho con la prensa y Figueredo (presidente de la AUF por ese entonces) no aguantó la presión. Si vos me decís que con River Plate tenés el mejor puesto de un cuadro uruguayo en la Copa Sudamericana, como no vas a aspirar a dirigir una selección donde tenés todo lo que querés”, relató.

Carrasco seguirá esperando su oportunidad, viendo fútbol de todo tipo. Desde el Campeonato Uruguayo hasta la Champions League, analizando este deporte desde su óptica para regresar lo antes posible y poner en marcha su característico “tiki tiki”. El fútbol que, según él, “le gusta al hincha”.