El fútbolistaDani Alvespermanece preso desde el 20 de enero tras ser acusado por una mujer de 23 años de haberla violado en el baño de la discoteca Sutton de Barcelonaen la madrugada del 31 de diciembre. Luego de que la jueza rechazara su petición de libertad provisional, por riesgo de fuga, se conoció lo que dijo el 17 de diciembre.

Según recogió el diario deportivo As, una transcripción difundida por la Cadena SER de España, el exBarceona, aseguró: “Le pregunté dos veces si le estaba gustando y me dijo que sí”.

La declaración, una de las últimas diligencias de una causa cuya instrucción está a punto de cerrarse, trata de revertir la afirmación de la denunciante, según la cual no hubo consentimiento para las relaciones sexuales.

El brasileño insistió que el sexo fue consensuado y que aquella noche asistió a la discoteca en el marco de una “una cena de reencuentro con amigos después del Mundial” en la ciudad catalana. Luego de la cena, fueron a la discoteca sobre las 2:45 de la madrugada del día 31 de diciembre y explicó que estaban en una mesa con baño privado, para no tener que compartirlo con el público en general.

Aparentemente un mozo fue quien aceró a las chicas, y la denunciante, a su mesa que enseguida "quisieron sacarse fodos".

De acuerdo con la declaración de Alves, el camarero habría querido presentarles a él y a su amigo a dos chicas, a las que llevó hasta su mesa, y que no eran ni la denunciante ni sus dos acompañantes. “Enseguida nos pusieron incómodos porque quisieron sacar el teléfono para sacar fotos y no queríamos ninguna foto”.

“Esas chicas vinieron a nuestro reservado pero nosotros no insistimos, ni el camarero a ellas”, sostuvo el exfutbolista y reconció sentirse atraído sexualmente por la mujer de 23 años que lo denunció.

“Noté su buena disposición por la manera como bailaba, como se acercaba a mí, como intercambiábamos posiciones” , señaló y continuó: “Le dije de trasladar todo eso al baño. Me dijo que sí, que no había problema. Le dije que yo iba primero y que la esperaría dentro”.

El relato de lo que sucedió adentro del baño entre ambos difiere y Alves insiste en el concenso y sostiene que cuando le consultó si le gustaba la joven dijo que si. En tanto, él salió primero del baño y entiende que ella puede haberse sentido ofendida por su indiferencia.

Al salir del baño, la joven se puso a llorar y Alves señala que no vio la situación “Si la hubiese visto en la salida, la hubiese parado para preguntarle qué le había pasado, porque hasta entonces todo estaba bien, dentro de lo que queríamos. Yo fui simplemente un cómplice de las ganas que ella tenía o de las que tenía yo”, concluyó..