"Faltan 90 minutos donde pocas veces se puede asegurar con tanta certeza que Boca va a pasar de fase”. Sin pelos en la lengua, y basado más en su intuición que en el análisis meramente futbolístico, el periodista argentino Daniel Arcucci se animó a lanzar un pronóstico precipitado en el programa F90, que emite todos los mediodías ESPN. “Son 180 minutos: 45 los regaló, 45 zafó y en los 90 (que quedan) va a pasar”.
La frase, tan precipitada como contundente, no hizo más que pintar como favoritos a los Xeneizes, que tienen todas las condiciones dadas para demostrarlo en la vuelta de octavos de final de la Libertadores frente a Nacional.
En su cancha, con el apoyo de su gente, el marcador abierto (0-0) y el desembarco de un nuevo emperador (Edinson Cavani), que estará listo para jugar, Boca Juniors goza de un presente ascendente, en el que no conoce de derrotas desde el 22 de junio. A eso le añade el peso de su historia (seis Copas Libertadores) en la siempre difícil Bombonera.
![Franco Fagúndez](https://imgs.elpais.com.uy/dims4/default/3e5e972/2147483647/strip/true/crop/1600x1066+0+0/resize/1440x959!/quality/90/?url=https%3A%2F%2Fel-pais-uruguay-production-web.s3.us-east-1.amazonaws.com%2Fbrightspot%2F4f%2F75%2Fe6d367f844a4ae0a0ba7b62f0e86%2Fwhatsapp-image-2023-08-06-at-20-52-30.jpeg)
Pero Nacional también tiene argumentos de dónde agarrarse. Para empezar, sabe que la revancha no será un espejo del partido de ida porque su rival, fiel a su estilo como local, saldrá a buscarlo apostando más al juego individual que a lo colectivo. Esa fórmula, si bien le dio resultado en la fase de grupos, para, por ejemplo ganarle de atrás (2-1) a Deportivo Pereira, también lo condicionó a dejar espacios que bien puede aprovechar el tricolor Álvaro Gutiérrez.
El partido le exigirá al DT ser astuto y encontrar a dos hombres que anulen el juego de Boca por las bandas -como ya lo hizo en la ida- y al mismo tiempo penetrar su zona defensiva alimentando al número 9, que es posible que sea Bruno Damiani.
Es un hecho que el Xeneize dejará atrás su 4-5-1; posiblemente pasará al 4-4-2, que por momentos usó en el Gran Parque Central (GPC), o al 3-5-2 con Cavani y Darío Benedetto. Almirón probó tres fórmulas distintas en el entrenamiento de ayer y todavía no tiene confirmado el equipo.
Valentini mostró su mejor versión y fue clave para que Boca no recibiera goles en la primera presentación. Estará por delante de Romero (en el arco) y tendrá a su lado a Fabra en el lateral. La zaga la completaría Figal y a la derecha la duda es Weigandt o Advíncula.
En la ida, Almirón desperdició el potencial de Medina jugando por banda izquierda en lugar de cerrarlo como volante interno. Recién pudo soltarse cuando la pizarra varió a 4-3-3, con el ingreso de Zeballos a la banda. Se perfilaría nuevamente para tener minutos este miércoles.
Janson, Zeballos y Barco, relevos en Montevideo, le dieron movilidad y desequilibrio por las puntas a Boca y obligaron a Nacional a defenderse con mayor cautela. Con su velocidad, pueden facilitarle la tarea a Cavani. El Colo, como puntero izquierdo, tiene grandes chances de estar en el 11.