El mundo Boca se agitó de un momento a otro. Las más de 20 cámaras no entraban en la sala de prensa y la ansiedad aumentaba con el transcurso de los minutos. Era un síntoma de que algo importante estaba por ocurrir. Sobre las 18:20 horas Edinson Cavani entró a conferencia en La Bombonera acompañado por Jorge Ameal y Marcelo Delgado y toda la atención se enfocó en el nuevo 10 del Xeneize.

“Me da mucha felicidad, es una linda responsabilidad llevar ese número y defender este escudo como realmente tiene que ser defendido”, comenzó el delantero con una sonrisa en su rostro.

Pocas horas en Buenos Aires le bastaron para recibir mucho afecto del público bostero, que lo reconoció hasta haciéndose estudios médicos: “Cuando fui a a la clínica a hacerme los chequeos entré y me felicitaban, parecía que era una mutualista para los hinchas del club, y eso te demuestra lo que es el mundo Boca y el cariño que ya me empiezan a demostrar”, inició. Y luego hizo una comparación: “Me tocó vivir una situación parecida cuando llegué a Napoli, la gente ya me demostraba mucho cariño y yo pensaba: ‘Pero si no me vieron todavía en la cancha y con la camiseta‘, y eso te muestra la pasión que tiene la gente de este club. Voy a prepararme para dar todo, poder recorrer un largo camino con esta camiseta y darle una alegría a esta gente que me recibió con una sonrisa, abrazos y hasta besos”.

Foto: AFP.

Hacía más de ocho años que Boca no vivía algo así. La última vez fue con el retorno de Carlos Tévez proveniente de Juventus. En aquella ocasión fueron unas 50.000 personas. Esta vez cerca de 40.000. Es cierto que los casos son distintos. El argentino tenía un pasado grandioso en la institución con Libertadores incluida, pero eso refuerza aún más el recibimiento histórico que le dieron a un jugador como Cavani que no nació en el club y sueña con llevarlo a la gloria máxima: “Uno en lo primero que piensa es en esta Libertadores que se está disputando y mi deseo era estar con mis compañeros lo antes posible”, expresó el Matador en La Bombonera.

Cavani llega a un equipo que está en plena reconversión desde la llegada de Jorge Almirón, pero que en la victoria o la derrota sigue viviendo todo con la misma intensidad. Y al salteño le entusiasma el desafío: “Mi filosofía de vida es darlo todo desde el primer momento al último, después se irá viendo a medida que empiece a correr la pelotita”.