Redacción El País
Cerro recibió este domingo a River Plate en el Estadio Luis Tróccoli, en un partido de muchas emociones que abrió la jornada dominical del fútbol uruguayo.

El encuentro, correspondiente a la penúltima fecha del Torneo Apertura -certamen que levantó Peñarol con tres jornadas de anticipación antes del cierre- empezó a las 12:30 horas y terminó en remontada de los albicelestes por 3-2.

Pese a comenzar perdiendo por dos goles, el equipo locatario que conduce Ignacio Pallas logró reaccionar y se acomodó pronto en la cancha.

En el caso de los darseneros, a quienes conduce el entrenador Ignacio Ithurralde, la situación es preocupante. Registran ocho partidos seguidos sin triunfos.

En una de las primeras combinaciones de ataque, la visita encontró el primer gol de la tarde con una maniobra espectacular de Juan Cruz de los Santos. Luego de un centro de Gervasio Olivera, el delantero la calzó en el aire y convirtió un golazo de tijetera.

Previo a la media hora de juego, una buena anticipación del autor del gol devino en un contragolpe que dejó contra las cuerdas a Pablo Lacoste, quien había intentó -sin éxito- salir jugando con Martín Rabuñal. En consecuencia, de los Santos abrió para Lavega y este fue fauleado por Martín González en el área. De penal, el número 7 darsenero no falló y estiró la ventaja.

Foto: Francisco Flores.

Cuando los hinchas ya manifestaban su malestar, llegó la primera peligrosa para Cerro. Un desborde hasta el fondo de Matías Abero terminó en un buscapié que le cayó de rebote a Santiago Ramírez para un remate de primera. Retuvo bien y por abajo el arquero Fabrizio Correa.

El amanecer del segundo tiempo siguió con emociones. Luego de un córner, Ramírez apareció nuevamente de frente al arco con posibilidad de remate y la trayectoria de su definición fue desviada por Emiliano Villar, que interceptó y puso en partido a Cerro.

De milagro no cayó el empate en la siguiente, ya que en un nuevo tiro de esquina el albiceleste consiguió generar peligro. Fue Lacoste el que se elevó y cabeceó y por poco no quedó pagando el arquero Correa, que había salido mal.

Foto: Francisco Flores.

Lo que ya asomaba se terminó de concretar a los 70 minutos de juego, cuando de un lateral el villero aprovechó la peinada de Tiago Galletto para su propio arco. El desenlace dejó de frente a Nicolás González, que en una de las primeras pelotas que tocó clavó el empate.

Inmediatamente después de la igualdad llegó el delirio de todo el Tróccoli tras un nuevo acierto. Ramiro Cristóbal dejó en corto un despeje, Ramírez la capturó, se perfiló para la zurda y la colgó en un ángulo. Fue semejante el aporte para la remontada de su equipo.

En el final, tuvo para liquidarlo Rodrigo Marín, que solo la tenía que empujar para llevarse los créditos del cuarto gol. Sin embargo, Correa hizo el esfuerzo, se estiró y salvó a River de lo que era un festejo cantado.