Agradecimiento. Eso es lo que siente Álvaro “Chino” Navarro (39) cuando pasa raya de lo que fue su carrera futbolística. “A los 17 años tuve Linfoma de Hodgkin - una forma de cáncer en el sistema linfático- y estuve más de 20 años jugando el fútbol; sea mucho o poco lo que hice en la carrera, estoy muy agradecido”, reflexionó en conversación con Ovación.

Esa frase pinta al exjugador que hace algunos días acompañó a Ney Castillo a la Fundación Pérez Scremini y no dudó en donar una camiseta. Siempre lo hace, incluso cuando alguien le pide un video o un saludo.

En diciembre, en la última fecha del Torneo Clausura y ante el mismo rival contra el que hizo su debut en Primera División en 2003 -Danubio- Navarro puso fin a su trayectoria como futbolista profesional. A pesar del resultado adverso - 2 a 0 a favor de la Franja-, fue una jornada emocionante en la que la gente se quedó para saludarlo, le entregaron una placa y, aunque hizo fuerza, no pudo contener las lágrimas.

Dos meses después del retiro, el Chino sigue en una fase de enamoramiento con el retiro. “Estoy contento, disfrutando de cosas que no estoy acostumbrado. Como estar con la familia, levantarme a las diez, tomar un mate con mi señora. Estar para ver qué vamos a comer, esperar se levanten las niñas o hacerle la comida temprano a Lautaro -que juega en la Sub 16 de Defensor Sporting y la Selección Sub 17 de Uruguay- para irse a la práctica. Una cantidad de cosas que no vivía antes, que las estoy aprovechando ahora mismo”, comenta.

Además del disfrute, valora el tiempo que tiene. “El cinco de enero, que era cuando al día siguiente arrancaba la pretemporada de Defensor, le decía a mi señora, mirá hoy no podría estar comiendo un asado si mañana me tocaba arrancar. Hay muchas cosas que antes por el profesionalismo no las hacía. El mismo día de mi cumpleaños -el 28 de enero- lo pensaba: cantidad de cumpleaños me tocó pasarlo concentrado, practicando o lejos de casa, este año estaba en casa con toda la familia y no tenía la preocupación de si al otro día entrenaba”, contó con felicidad.

Sin embargo, las vacaciones tuvieron la primera sorpresa. Mientras el Chino se aprestaba para ir a alentar a Defensor Sporting en la Supercopa contra Liverpool, el pasado 31 de enero tuvo un accidente doméstico: atravesó un ventanal y se cortó los tendones extensores del brazo. Mientras el Tuerto jugaba por el primer título del año, el Chino pasaba por el quirófano.

Hoy, con dos semanas de recuperación y otro tanto restante, espera poder acercarse a ver al equipo de sus amores cuando debute en la segunda fecha del Torneo Apertura 2024, ante Cerro.

Foto: Archivo El País

El Chino tuvo sus orígenes futbolísticos en Defensor Sporting, llegó a Primera División en 2003 y en Uruguay solo defendió la camiseta violeta, donde, además, cosechó cuatro títulos: Apertura 2007, Campeonato Uruguayo 2008, Torneo Clausura 2009 y la Copa AUF de 2022. Es el máximo goleador del siglo XXI en el Tuerto con 79 tantos y el sexto en toda la historia del club.

Defensor Sporting es un equipo que se caracteriza por “repatriar” a sus ídolos después del retiro, aunque justamente eso, actualmente, está en el ojo de la tormenta.

El Chino fue tentado para sumarse a dirigir en juveniles. “Me dijeron si quería juveniles, pero dije que no; les expliqué que hoy por hoy primero que nada cuando me toque dirigir quiero hacerlo en Primera. Pero primero quería cortar ese hilo, descansar un tiempo y estar con la familia. Además está la posibilidad de que Lautaro vaya a jugar el Sudamericano en Bolivia y me gustaría acompañarlo”, explicó.

Respecto a la situación con Defensor, en el mes de diciembre el equipo violeta anunció el “retiro” de Heber Silva Cantera de la institución y el jueves pasado se dio a conocer una dura carta de renuncia de Nicolás Olivera,hasta ese entonces director deportivo del equipo, presentada ante la directiva y manifestando su disconformidad con el club.

El Chino prefirió abstenerse de emitir opiniones sobre lo que sucedió con Olivera: “Siempre cuando pasan estas cosas, uno que está por fuera, no tiene que opinar, primero tiene que saber bien qué fue lo que pasó. Capaz que uno opina estando de afuera y realmente no sabe lo que pasó”, subrayó.

Y sobre el tratamiento que le dieron como ídolo del club destacó que se sintió “súper bien” y añadió: “No tengo nada que decir de la dirigencia. Menos de la gente; he dicho mil veces, si pudiera volver a nacer y elegir un equipo, sabiendo todo lo que hay, elegiría a Defensor”.

Además, aunque ahora no piense en dirigir en el futuro cercano, sueña con liderar la viola pero del otro lado de la línea de cal. “Uno sueña con dirigir Defensor, pero intento disfrutar y no pensar lo que pueda llegar a pasar más adelante”, señaló.

De todos modos, la institución será una constante en su vida, como hincha y gracias a Lautaro a quien acompañará en los pasos que dé en su carrera como futbolista.

Al exdelantero le gustaría estar dirigiendo, pero insiste, que no quiere pensar en lo que puede llegar a pasar.

“De momento voy a ver qué pasa de acá a mitad de año, si está la posibilidad de dirigir Defensor o dirigir a otro equipo, pero tiene que pasar tiempo”, destacó.

Pese a que como futbolista solo defendió la camiseta del Tuerto, no descarta ir a otros clubes. “Una cosa es jugar en un equipo, como lo hice yo, pero ya dirigir solo en un equipo, es muy difícil. Porque cuando agarrás un equipo y te va mal, no vas a dirigirlo por 15 años; pero el tema del técnico es que tenés que dirigir un montón de clubes y cada vez que dirigís, es una enseñanza nueva”, concluyó.

Foto: Archivo El País