TORNEO INTERMEDIO
El entrenador mirasol dirigió este sábado su último partido al frente del conjunto aurinegro y lo hizo con un contundente triunfo ante Danubio.
Tranquilo y sin demasiado alboroto salió Mario Saralegui. Saludo a los jugadores de Peñarolcon los que se cruzó, abrazo con Leonardo Ramos y al vestuario.
Bastante distinto a lo que fue su paso por Peñarol -que contó con expulsiones, tirones de orejas y declaraciones picantes- fue la retirada de Mario Saralegui del campo de juego de Jardines del Hipódromo luego de lo que fue la contundente victoria por 4-1 frente a Danubio por el partido atrasado de la sexta fecha del Torneo Intermedio.
Aplausos y algún que otro “¡Peñarol nomá!” caía desde el sector donde se encontraban los dirigentes encabezados por el flamante nuevo presidente de Peñarol: Ignacio Ruglio.
Ese mismo que definió quehasta el 31 de diciembre Mario Saralegui es el técnico de Peñarol, pero el que también ya piensa en un sucesor para el artiguense.
Que ayer fue el último partido de Mario Saralegui en Peñarol es un secreto a voces y varias declaraciones y hechos lo dejaron en claro, pero para la tranquilidad del estratega que tuvo un pasaje de cuatro meses, su ciclo terminó con un triunfo importante.
Clave porque debía confirmar y aprovechar el envión tras el triunfo clásico e importante para poder seguir acortando distancias con los tricolores que lideran la tabla Anual.
Tal vez no fue el partido en el que los aurinegros mejor jugaron pero fueron efectivos. Muy efectivos. Tanto así que cuando el juego se fue al descanso ya estaba 3-0 arriba en el marcador y jugó el complemento sabiendo que los tres puntos estaban prácticamente asegurados.
Apenas se pisaba la franja de los 10 minutos de juego cuando Giovanni González le ganó la cuerda a Leandro Sosa y mandó un centro preciso que le permitió a Britos definir con el pecho para el 1-0. Puño al aire, aplausos e indicaciones para la defensa en un Saralegui ubicado en el banco de suplentes de la tribuna de la palmera.
Pedidos a Piquerez, el que tenía más cerca, y gritos para que presionen la salida de un Danubio que con el 0-1 en el marcador era todavía más peligroso que antes y encontraba espacios.
A los 38’ apareció David Terans para tocar por encima de Ichazo, darle tranquilidad a Peñarol y también al DT: brazos al aire y nuevamente a dialogar con la defensa.
Casi que Danubio todavía no se había repuesto de ese golpe cuando llegó otro más y nuevamente en los pies de David Terans en un gol que generó mucha polémica. Martín Comachi descontó en el complemento y Agustín Álvarez Martínez aprovechó una de las contras aurinegras para poner el 4-1 final.
El constante movimiento y el hecho de salir de la zona delimitada para el técnico le terminó costando la séptima amarilla en el Campeonato Uruguayo, pero a medida que los minutos pasaron se calmó.
Con esa calma fue con la que se retiró del campo. Calma de haber hecho su mejor trabajo. Calma que le dio Peñarol goleando en su despedida.