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“Armo un equipo bien equilibrado y con muy buenos jugadores. En mi once pongo futbolistas de gran calidad atrás, en el medio y también en el ataque. Con muchos de ellos jugué y a otros los tuve de rivales. Es imposible no dejar afuera a tantos muy buenos jugadores que se cruzaron en mi carrera deportiva, porque hay que hacer un once ideal y no hay más lugares, pero eso no implica que los lleve a todos en mi corazón, ya que a muchos de los que no termino colocando en este equipo especial los pude disfrutar de compañeros. Es más, hay un montón de jugadores que merecían tener su puesto asegurado porque juntos supimos lograr cosas muy importantes. Creo que no me alcanzarían siquiera cinco equipos para cumplir con todos”, contó Domingo Cáceres.

“Partido duro fue el encuentro con Boca Juniors en el año 1979, había sido campeón del mundo y tenían muchas figuras. Tenían un jugador media punta Horacio Salinas que era muy buen jugador y muy mañoso. Tuvimos un par de cruces importantes. Otro jugador complicado que encontré fue Giorgio Chinaglia cuando jugamos contra el Cosmos un amistoso”.

“Hice tres que fueron muy parecidos e importantes para mí, porque los hice con dos clubes con los que pude salir campeón. Los tres fueron de 35 metros, más o menos. Con Racing de Montevideo contra El Tanque, otro a Racing de Córdoba y otro a Universitario de Salto en el fútbol amateur. Este último fue importante porque logré ascender con el equipo que me formó”.

“Haber querido jugar muchas veces pese a estar lesionado, porque eso me costó el 50% de mi carrera. En esos tiempos no lo medía así, lo que me originó problemas grandes porque tuve lesiones graves y así perdí la posibilidad de jugar para el primer equipo de Peñarol y en la Selección uruguaya en momentos tan importantes de los logros deportivos”.

“El fútbol te permite viajar por distintos lugares y es imposible no encontrar ciudades o países muy lindos. Pero yo no cambio nada de todo eso por lo que es mi país. Me quedo con mi tierra, con mis amigos, con mis costumbres. Por eso pongo a Montevideo y a Salto por delante de todos. Me gusta vivir en Uruguay. Acá tengo todo lo que preciso”.

“Tengo que poner al Peñarol de 1982 porque ganó todos los torneos y tenía tres planteles. Era un cuadrazo. Ojo, la Selección juvenil de 1979 también fue impresionante, la calidad que había en todo el plantel era espectacular. Y no puedo dejar afuera a Mandiyú de Corrientes porque también disfruté estar en ese equipo”.