TE CONOZCO

“Este es un cuadro bastante ofensivo, de buen trato de pelota y jugadores que van al ataque. Es un 4-4-1-1, con O´Neill de enganche y Darío arriba. Los nombres que elegí son todos de futbolistas reconocidos y que no sólo me aportaron en los futbolístico sino que también me ayudaron a crecer. Cuando era muy joven tuve la oportunidad de jugar con los futbolistas del Quinquenio y aprendí mucho con ellos. Es muy difícil elegir un once, porque jugué en Nacional, en Peñarol y en la selección Sub 23 y en la mayor y compartí con grandes futbolistas. Tuve que dejar muchos afuera, por ejemplo jugué con Munúa y con el ‘Loco’ Abreu en Nacional y con Bengoechea y el ‘Gaby’ Cedrés en Peñarol. Con el ‘Manteca’ Martínez y con Gustavo Poyet”, reconoció Heberley Sosa.

“Como equipo fue San Lorenzo, el que enfrentamos con Peñarol en el año 96 por la Copa Libertadores. Jugaba Gorosito y perdimos en el estadio Centenario 5 a 1. Y en ese mismo partido el que me la complicó fue el lateral derecho, el ‘Chino’ Zandoná. Yo jugaba de puntero izquierdo y el ‘Chino’ fue un rival muy duro que te hacía sentir por todos lados la marca”.

“El que le hice a Venezuela en el torneo Preolímpico de 1996 en Tandil, en Argentina. En la fase final. El primero porque le hice dos en ese partido y les ganamos 3 a 1. El otro lo hizo Hebert Dos Santos. Fue una picadita dentro del área, que el arquero Dudamel me quiso ahogar y cuando salió se la piqué por arriba. Al final terminamos terceros en el torneo”.

“Haberme vuelto de China donde me estaba yendo muy bien y me habían comprado el pase. Pero quise regresar al fútbol uruguayo. En el año 2000 surgió la oportunidad de venir a Defensor y me vine. Yo estaba extrañando muchísimo porque la familia se había tenido que volver porque los chiquilines empezaban la escuela. Resigné mucho en lo económico, fue un error”.

“En Shanghai en China. Viví ahí tres años y me encantó. He conocido muchas partes del mundo, he estado en Europa también, pero me llamó muchísimo la atención Shanghai. Es un precioso lugar para vivir. Es muy atractivo, muy grande. Es un lugar que le recomendaría a la gente que no lo conoce que si pueden vayan. Porque vale la pena conocerlo”.

“El Peñarol del Quinquenio. Ascendí en el 93 cuando llegó Gregorio Pérez. Me tocó tener compañeros de mucho nivel, no solo en lo futbolistico. Estaban en ‘Tano’ Gutiérrez, Pablo Bengoechea, el ‘Marujo’ Otero, Darío Silva y al año siguiente se sumó el ‘Pato’ Aguilera. Estuve tres años en el Quinquenio y recibí muchas enseñanzas”.