Por Pablo Cupese
La realidad de Peñarol en esta Copa Sudamericana dista mucho de lo que se esperaba en la institución en la previa de la competencia.
Más allá de que le tocó enfrentarse a rivales que podrían ser complicados teniendo en cuenta que se trata de la segunda competencia de Conmebol, hay algunos detalles propios de Peñarol que parecen también afectar el presente del equipo mirasol.
Sigue llamando la atención que Peñarol esté en la última posición del grupo, sin unidades, con solo dos goles a favor y con 10 tantos en contra, lo que lo hace vivir una de sus peores campañas a nivel internacional y que es completamente distinta a lo que mostró a nivel local donde depende de sí mismo para ser campeón del primer torneo corto.
Lo abultado de los resultados, más allá de que tuvo pasajes en los que mereció un poco más sobre todo ante Millonarios y Defensa y Justicia, también resaltan por el hecho de que en tres partidos recibió la misma cantidad que en los 13 que lleva jugados a nivel local, más allá de las diferencias que puedan existir en la exigencia y en los contextos de los juegos.
A Peñarol solo le quedan tres partidos a nivel de Copa Sudamericana y, salvo que se den los resultados necesarios, tiene muy comprometida su clasificación a octavos de final o, al menos, al repechaje con un tercero de Copa Libertadores al que accedería por finalizar segundo en su grupo.
Visitar a Millonarios en Colombia y recibir a América Mineiro y Defensa y Justicia en el Campeón del Siglo es lo que marca el calendario mirasol que será cuesta arriba en el final.
Las variantes.
Es cierto que cada partido es distinto y que en ocasiones las alternativas de los entrenadores cambian dependiendo del contexto, pero quedó la sensación de que Arias modificó mucho de nombres y esquemas en los partidos de Copa Sudamericana. Tras la derrota ante América Mineiro, en la que siguió con el 4-2-3-1 que lo había acompañado hasta el momento, optó por poner dos delanteros ante Millonarios, aunque tal vez esa no fue la principal incertidumbre, sino que ante los colombianos formó un 4-3-1-2 que le hizo perder juego por bandas. A eso se sumó que ante Defensa optó por un 5-3-2 que no tuvo el efecto buscado por el técnico.
El ataque.
Contundencia. Esa es una de las falencias que Peñarol está mostrando en lo que vamos de la Copa Sudamericana. Más allá de que no logró ganar, ni siquiera sumar puntos, en todos los partidos que disputó terminó con más tiros al arco que su rival, pero la diferencia estuvo en cómo fueron aprovechados. Ante América Mineiro pateó 20 veces y su rival 11 y a pesar que seis de los 20 fueron al arco, los cuatro bien dirigidos de los norteños, fueron cuatro goles. Ante Millonarios pateó 22 veces y nueve el elenco cafetero, pero solo dos fueron al arco, mientras que tres de los rivales fueron bien dirigidos. Ante Defensa duplicó los tiros al arco (22 vs. 11), pero ocho de los rivales fueron al arco ante seis de los mirasoles.
La defensa.
Recibir 10 goles en tres partidos es alarmante y más para un cuadro como Peñarol que siempre busca ser protagonista en torneos internacionales. 10 también fue la cantidad de tantos que sufrió el aurinegro en 13 partidos del Apertura, por lo que precisaron 10 partidos más para convertirle la misma cantidad. Más allá de que hubo momentos en los que Peñarol por ir en busca del gol quedó mal parado o que no fue superado futbolísticamente por su rival, cuando le llegaron lo lastimaron y eso sin duda que es una de las claves para lo que hoy está viviendo el aurinegro en esta fase de grupos de Copa Sudamericana donde en dos de los partidos que lleva jugados le marcaron cuatro goles.
La localía.
Peñarol disputó dos de los tres partidos que jugó como visitante y los pagó caro porque en cada uno de ellos se fue goleado (4-1). La principal preocupación es que cuando jugó como local tampoco pudo sacar puntos que podrían haber sido vitales para estar mucho mejor parado de cara a la recta final de la competencia. La derrota 2-0 ante Millonarios en el Campeón del Siglo fue un golpe muy duro en lo anímico por el hecho de que sumaba su segunda derrota al hilo en la competencia y que además le cortaba el invicto que el club arrastraba como local en el 2023 ya que ese juego sigue siendo el único que perdió en esa condición desde que arrancó el año contanto el Uruguayo y la Copa Sudamericana.
La atención.
Otro de los detalles que le pasó factura al equipo aurinegro han sido errores en salida que le terminaron costando goles en contra que le hicieron todavía más cuesta arriba los encuentros. En Brasil sufrió dos goles en seis minutos y en ambos quedó la sensación de que la defensa podría haber hecho algo más ya que uno nació de un cabezazo donde el rival apareció solo y en el siguiente una pelota que nadie terminó de sacar. Algo similar ocurrió en el arranque del primer gol de Millonarios en el Campeón del Siglo. Ante Defensa, un lateral mal sacado derivó en una pelota suelta y que tampoco pudo ser bien despejada y que terminó siendo el 2-0 que amplió todavía más la ventaja del local.