Hay un dicho que establece: “Nunca las segunda parte fueron buenas”. Frase que se desmadró y se llevó a todo ámbito: amoroso, artístico, literario, laboral e incluso deportivo. Poco le importó a Fabián Coito porque cuando lo llamaron para volver a la selección uruguaya Sub 20 —donde estuvo desde 2014 a 20219— aceptó. “Siempre supe que iba a volver a la selección”, le confesó el entrenador a Ovación.

Tras su salida de la Celeste, trabajó en el exterior donde se hizo cargo de la selección de Honduras desde 2019 hasta 2021 y luego pasó por la Liga Deportiva Alajuelense de Costa Rica en el segundo semestre del 2022 con buen suceso en ambos. Sin embargo, Coito se dio cuenta que extrañó mucho a su país. La pandemia del covid-19 ayudó a que se acrecentara esa nostalgia. “Sufrí mucho”, recalcó.

“Me gusta mi país, estar con mi familia y mis afectos. Este es un lugar que conozco muy bien, que me gusta mucho trabajar para ayudar al desarrollo del joven desde el punto de vista futbolístico, humano y en su participación en la selección”, detalló.

Su deseo de regresar y trabajar otra vez en el Complejo Celeste siempre estuvo latente, pero no sabía en qué rol. En 2021, cuando el Ejecutivo de la AUF cesó a Oscar Washington Tabárez de la mayor tras 15 años, el nombre de Coito apareció como uno de los posibles sucesores. Finalmente, lo desmintió: “Nadie habló conmigo, fue un rumor”.

Coito arrancó a trabajar en las selecciones uruguayas juveniles en 2007 al mando de la Sub 15, después fue a la Sub 17 hasta que llegó a la Sub 20. El 7 de setiembre de 2018 debió hacerse cargo de un partido de la mayor de forma interina: fue en la goleada 4-1 a México en Houston, Estados Unidos. En tal sentido, conocía a muchos de los futbolistas que estaban en la Celeste luego de la salida del maestro.

“En mi anterior pasaje compartí alguna selección con todos esos futbolistas y lógicamente que mí nombre surgió por efecto, pero nadie habló conmigo así que nunca pensé que podría volver en ese momento”, reconoció.

Foto: @Uruguay.

La vigente campeona del mundo en la categoría Sub 20 es Uruguay y Fabián Coito evidenció que “siempre hay presión en el fútbol uruguayo y más en este lugar tan popular como es la selección ‘de todos’ (la Sub 20) porque son jugadores que juegan acá y que están apareciendo”.

A su vez, ahondó: “Es una presión que la considero un lindo desafío, una linda propuesta porque es una historia nueva la que estamos escribiendo con estos chiquilines, ni se compara a la anterior, ni la comparo a las otras que tuve; todo es diferente y me apoyo en muchas cosas que han pasado y en este último gran logro que tuvo Uruguay en la Sub 20”.

Esas ganas lo llevaron a atender el teléfono, escuchar la propuesta y decir que le interesaba volver a “trabajar con muy buenos futbolistas”. “En la selección siempre intentamos convocar a los mejores, es un desafío para cualquier entrenador elegir la selección de su país, sea cual sea la categoría”, apuntó.

Lunes, martes y miércoles trabaja con un grupo de futbolistas de cara al Sudamericano Sub 20 en Perú en 2025. En esos días los jugadores no se entrenan con sus equipos por lo que requiere “una comunicación permanente” entre el cuerpo técnico de la selección con los clubes.

“Buscamos trabajar de forma coordinada en beneficio del futbolista, que es lo más importante. Ya sea su crecimiento y desarrollo y no estar compitiendo por el jugador, sino al contrario colaborar para que siga creciendo”, manifestó.

Asimismo, habló de una situación que vive con los entrenadores de los equipos de los futbolistas de la Sub 20: “Entiendo a los técnicos que para que compitan en sus equipos esos jugadores deben entrenar con ellos; trabajamos o intentamos estar lo mejor comunicados para que no queden como rehenes los gurises”.

La segunda etapa de Coito al mando de la Sub 20 comenzó con la consagración en el torneo COTIF en L’Alcudia, Valencia, después de 21 años al superar en la final a la selección de Argentina por 1-0. “Fue un torneo amistoso, hay que tomarlo con ‘pinzas’”, mencionó con resguardo.

A pesar de ese logro, Coito repasó cuál es su verdadero objetivo en el combinado juvenil y no es ser campeón del mundo: “Que los futbolistas lleguen a la mayor”.

Foto: Leonardo Mainé.

Coito, en su primera etapa, fue subcampeón del Mundial Sub 17 en 2011, ganó la medalla dorada en los Juegos Panamericanos en 2015, fue campeón del Torneo Sudamericano y obtuvo el cuarto puesto en la Copa del Mundo Sub 20 en 2017. Varios clubes se interesaron por el DT y uno fue Peñarol en 2018. El Mirasol le hizo una propuesta, aunque Coito la rechazó. “No me parecía ideal interrumpir un proceso de trabajo”, dijo.

Además, argumentó: “Tenía mucho agradecimiento hacia el maestro Tabárez, quien me había considerado para trabajar en la selección. No me parecía lo correcto irme a mitad de camino”.

Coito dejó en claro que se trató de una “lindísima posibilidad la de poder dirigir una enorme institución como es Peñarol, pero no era el momento”. A su vez, recordó que “todo el mundo” le decía que “estaba loco” por no aceptar esa oferta. “Obré de acuerdo a mi pensamiento, que por encima de todo está la palabra, el compromiso y creo que hice lo correcto”, comentó el DT.

Foto: AFP.

Para Fabián Coito hay una persona que fue fundamental en su vida y, sobre todo, a la hora de encontrar su vocación como director técnico y fue Oscar Washington Tábarez. “Lo conozco desde que tengo 17 años”, remarcó con mucho entusiasmo.

Desde que volvió a la Sub 20 solo se cruzó al maestro en un evento donde apenas pudieron hablar unos minutos. “Lo aprecio y a mí siempre me gustó mucho charlar con él”, aseveró el técnico de la selección uruguaya Sub 20.

No dudó en destacar el “gran perfil docente” de Tabárez, a quien señaló cómo una de las personas que incidió para que pudiera conocer y abrazara la carrera de entrenador como su gran pasión. “Por supuesto que influyó mucho como también lo hicieron otros entrenadores como Gregorio Pérez, Osvaldo Giménez, Miguel Falero, Ramón Antoria”.

Coito se definió como una “persona privilegiada” porque puede llevar a cabo la labor que más le gusta: “Ser entrenador y, en este caso, ayudar a chiquilines que están en un momento tan importante de su carrera deportiva y de su vida”.