ENTREVISTA

Colo Ramírez: por qué no lee las redes, qué siente al ser suplente en Nacional y el secreto para desconectarse

"Lo mejor que me pasó fue no tener la cabeza 100% en el fútbol", aseguró el centrodelantero de Nacional.

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Juan Ignacio Ramírez en Nacional.
Juan Ignacio Ramírez en Nacional.<br/>
FOTO: Estefanía Leal.

Por Diego Domínguez

Es la mayor apuesta que hizo Nacional en el mercado de pases. Es el goleador de raza que no juega con la 9, pero sí carga en la espalda la responsabilidad de convertir. Juan Ignacio Ramírez arrancó el 2023 más motivado que nunca. Mamó cada detalle que pudo de los tres meses que compartió junto a Luis Suárez, valoró que le renovaran pese a ser suplente en el último año y ahora espera por su oportunidad igual de entusiasmado que en el primer día con la camiseta tricolor.

Hasta el momento, no ha tenido la suerte de otras épocas, como cuando salió máximo goleador del Campeonato Uruguayo con Liverpool, pero está convencido de que el esfuerzo pronto le dará sus frutos. “Uno siente el apoyo de la dirigencia en la inversión que hizo el club por mí. Estoy muy agradecido a eso, pero también sé que me lo gané. Por algo los dirigentes, el entrenador y la gente quieren que yo siga en el club. Quiero devolverles la confianza que me brindaron y para eso entreno todos los días. En el acierto o en el error, dejo todo para hacerlo de la mejor manera y retribuir todo el esfuerzo que el club hizo por mí”.

Su don de profesional lo hace sentirse jugador de cuadro grande “las 24 horas del día”, y es en lo que se basa para darle un orden a su rutina: buen descanso, desayuno temprano, mejor entrenamiento, almuerzo, siesta, tiempo libre con sus hijos, y así todos los días.

“No es que yo tenga presión por jugar al fútbol, sé la responsabilidad que tengo como jugador. No es presión, porque presión es salir a trabajar porque a tus hijos les falta para comer. Eso es estar al límite. Yo estoy en mi lugar porque hice las cosas bien y me gané un nombre desde chico. Tengo que hacer lo que hice siempre adentro de la cancha, pero obviamente que con más responsabilidades. Nacional invirtió lo que invirtió en mí y quiere contar conmigo por lo que soy adentro de la cancha”, dijo a Ovación.

Juan Ignacio Ramírez

A sus 25 años, el Colo no es solo futbolista, sino también padre dos hijos. Siempre que puede, busca desconectarse de la profesión en familia e intenta vivir con mayor tranquilidad los momentos de tensión. Tampoco lee las redes sociales porque cree que si lo hiciera tendría que ser en los buenos y malos momentos: "Cuando me va bien, no pongo mi nombre en Twitter para que todos me estén dando para adelante. Lo disfruto con mi familia y mis compañeros, que son la base de por qué me va bien. Yo hago las cosas por Nacional, mis compañeros mi familia y por mí. Si busco Colo Ramírez en Twitter para ver si me están dando para adelante, también tengo que buscarlo cuando me está yendo mal y comerme las críticas, entonces prefiero no hacerlo".

“Desde que nacieron mis hijos, llego de las prácticas y no me pongo a mirar un partido de fútbol. Sí cuando tengo tiempo, pero sino trato de estar con mis hijos, de ir a buscarlos al colegio y preguntarles cómo les fue. Eso del día a día te saca un poco del contexto. Lo mejor que me pasó fue no tener la cabeza 100% en el fútbol porque te genera un estrés que no tiene ningún sentido. Si pensara en cosas de fútbol todo el día no me estaría sumando nada”, reflexionó.

Y continuó: “Sé la responsabilidad que tengo y que soy jugador de Nacional las 24 horas del día. Sé que tengo que descansar, que cuidarme, pero en los momentos libres también disfruto con mi familia de poder tomar un mate, salir a algún lugar, juntarme con un amigo a cenar... Son cosas que las tenés que hacer porque no dejamos de ser seres humanos”.

Juan Ignacio Ramírez junto a su familia. Foto: Instagram Antonela Lima.
Angel, Asteggiante

Pese a su madurez, pasa por un momento futbolístico en el que no está para guardarse nada. Grita con todo cada gol, así sea en un amistoso. Protesta cuando no está de acuerdo con una decisión. Persigue cada pelota sin dosificar demasiado las energías. Y sigue con esa chispa que muchas veces deja enfrascados a los rivales. “Es mi manera de jugar. No me gusta vender humo, pero sí jugarme el partido con el juez y también para hacerlos enojar a los rivales. No es que yo me enoje con los jueces, al contrario, respeto mucho las decisiones y sé que cuando se cobra algo, se cobra y listo, pero sí me gusta jugar con eso. Siento que gano energías cuando discuto con un rival, le protesto al juez o me hacen una falta”.

NUEVO CICLO

Juan Ignacio Ramírez. Foto: Leonardo Mainé.

El arranque de Nacional en la pretemporada pinta como un calco de lo que fue el inicio de la Era Repetto. Los resultados (tres empates consecutivos), no favorecen, por ahora, a los nuevos jugadores y siembran las primeras dudas en el cuerpo técnico.

Ramírez fue parte de aquel plantel y en el lapso de un año notó cómo las exigencias dentro del mundo Nacional se multiplican cada año. Por eso, está convencido de que es muy prematuro sacar conclusiones ahora, aun con un partido clásico a la vista: “Los resultados no se dan porque tenemos pocos días de entrenamiento táctico y técnico con compañeros nuevos que llegaron, con un cuerpo técnico y una idea de juego diferente a la que teníamos. Tenemos que buscar la perfección con los que están ahora. No es que estamos bajos de nivel, no se nos dieron los resultados en estos partidos, pero es porque estamos construyendo algo que después nos tiene que dar la base todo el año”, dijo. “Sabemos que los clásicos marcan mucho porque los que están hace tiempo en el club lo hacen sentir así. Sabemos que hay que ganarlo por nosotros mismos, por la gente, y porque a Peñarol siempre le tenés que ganar. Eso lo tenemos claro”, profundizó.

Ricardo Zielinski, entrenador de Nacional.
Ricardo Zielinski, entrenador de Nacional.
Foto: Estefanía Leal.

Bajo las órdenes del entrenador argentino Ricardo Zielinski, el delantero nota que hay una idea futbolística diferente a la de Repetto, pero que no barre con la idea de darle la libertad justa y necesaria a cada futbolista para que explote sus cualidades: “No sé si tienen similitudes; son técnicos muy prácticos. Tratan de hacerle entender lo básico al jugador para que le queden las ideas fáciles y, de ahí en más, que tenga la libertad para hacer las cosas que sabe. Por ejemplo, si un jugador es bueno en el uno contra uno, quieren que primero cumpla con la parte táctica y que después que se libere”.

A pesar de que en el arranque de este año tampoco se perfila como titular, el Colo señala que puede sumar desde otro lugar hasta ganarse la chance: “Si jugás todos los partidos, obviamente que vas a tener mucha más confianza que cuando no jugás. Pero uno tiene que ser inteligente para saber que si no puede aportar adentro de la cancha, tiene que aportar desde otro lado. Los delanteros que son goleadores siempre lo van a ser. A veces tenés una racha buena y capaz tenés una en la que no hacés un gol. Considero que cuando mejor me siento es cuando creo un buen ambiente en lo grupal. Si yo tengo una buena relación con el que está al lado, sé que voy a dar lo mejor, no solamente por mí, sino por defenderlo a él”.

EL SOCIO EN NACIONAL Y EL SUEÑO DE LOS TRES RAMÍREZ

Juan Ignacio Ramírez y Federico Martínez en Danubio vs Liverpool
Juan Ignacio Ramírez y Federico Martínez en Danubio vs Liverpool
Marcelo Bonjour/Archivo El Pais

En Liverpool, Ramírez y Federico Martínez jugaban de memoria. Eran la carta de ataque negriazul con la que todos los fines de semana el equipo encontraba la llave del gol. Combinados, el centrodelantero y el mediapunta suman 125 goles con esa camiseta y ahora, que están en Nacional, el Colo está seguro de que la historia se volverá a repetir, aunque su compañero sufrió un desgarro en la segunda semana de entrenamientos. “Espero que se nos dé jugar juntos por el conocimiento que tenemos de antes. Él se tiene que adaptar a lo que es Nacional, a mí el año pasado me pasó lo mismo. Te tenés que adaptar a la gente, a la obligación de ganar sí o sí, a muchas cosas que son hermosas, pero que llevan un período de adaptación. Por suerte, él llegó al club al inicio de la pretemporada. Eso está bueno porque tenés todo este mes de preparación. Ojalá que podamos compartir cancha porque futbolísticamente nos conocemos muy bien. Creo que le podemos dar muchas cosas a Nacional”, matizó.

Juan Ignacio y Santiago Ramírez. FOTO: Juan Manuel Ramos.

También mantiene el deseo de jugar con Diney, su primo, y Santiago, su hermano, con quien ya compartió cancha: “Cada uno tiene su sueño, su meta por delante, y son diferentes. Yo ahora me quedé en Nacional y mi hermano tuvo que salir en busca de minutos porque era lo mejor para su carrera. Entonces, si bien son carreras iguales, porque todos jugamos al fútbol, cada uno tiene un momento diferente y se tienen que dar muchas cosas para poder coincidir”.

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