Con De Amores y sin Damián García: piezas fijas y dudas en Peñarol para disputar la Supercopa ante Nacional

Diego Aguirre prepara la definición por el título con ocho futbolistas fijos en la oncena y algún enigma a develar. ¿Qué jugadores se pueden ganar un lugar desde el arranque en el clásico?

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Leo Fernández y Maxi Silvera defendiendo la camiseta de Peñarol.
Leo Fernández y Maxi Silvera defendiendo la camiseta de Peñarol.
Foto: Estefanía Leal.

El plantel de Peñarol pretende tomarse revancha de lo ocurrido en el primer clásico amistoso del 2025 y tiene una oportunidad a la vuelta de la esquina en la Supercopa Uruguaya que se disputará con Nacional el próximo domingo a las 20:30 en el Estadio Centenario.

El propio Diego Aguirre fue autocrítico después de la derrota 3-1 el pasado lunes: “Estamos en deuda, es una racha negativa para revertir”, declaró. Sobre los casos puntuales de Martín Campaña, dejó claro que están en un proceso de adaptación, por lo que “necesitan unos 15 o 20 días para estar en forma para jugar”.

Con este panorama, Guillermo De Amores, que viene de tener un bajo desempeño en el primer clásico, será titular en el próximo compromiso, al tiempo que Kevin Morgan esperará en el banco.

De acuerdo a lo que pudo saber Ovación, Damián García no integrará la siguiente convocatoria. El volante tiene “avanzada” su salida al Al-Shabab y por ese motivo no fue tenido en cuenta en los anteriores compromisos ante San Lorenzo y el tricolor.

La otra salida que está por resolverse es la de Juan Rodríguez, quien se encuentra en Venezuela para disputar el Sudamericano Sub 20 con Uruguay y podría pasar al Shakhtar Donetsk.

Con este panorama, la duda en la defensa está en el lateral derecho considerando que Pedro Milans ingresó desde el banco y tuvo una buena media hora de juego. Además, con la necesidad de ir por el título, podría ofrecer mayor amplitud en el ataque, a diferencia de Damián “Zorro” Suárez, de cualidades más defensivas.

Javier Méndez y Leo Coelho son una fija en la zaga por su experiencia y el hecho de que Silva no está a la orden. Además, Nahuel Herrera recién está comenzando a tener rodaje en Primera División y la idea del cuerpo técnico sería no exponerlo si no es necesario.

Ya en el mediocampo surgen las interrogantes. En el primer clásico, Rodrigo Pérez jugó como volante defensivo y estuvo acompañado por Eduardo Darias, que tuvo inclinación al ataque y, de hecho, fue la figura del Carbonero.

Por el nivel actual de Darias y su preponderancia en el equipo, una posibilidad que pase a jugar como extremo por derecha, en el lugar donde suele estar Javier Cabrera. Hasta el momento, en ocho de sus 39 presentaciones con el aurinegro jugó en ese puesto y cuenta con una asistencia.

Cabe destacar que, en el caso del Cangrejo, a pesar de los rumores viajó a Buenos Aires ayer en su día libre y está a disposición de Diego Aguirre, pero no es seguro que vaya desde el arranque. En ese sector, David Terans sumó media hora de juego y, aunque es cierto que no tuvo mucho protagonismo, esta vez llegará con cinco días más de entrenamiento a la par del grupo.

A su vez, él mismo se encargó de evidenciar sus ganas de jugar los clásicos apenas regresó al país.

Otra posibilidad es que el Mirasol añada un volante de marca como Ignacio Sosa para jugar a la par de Pérez, y que tanto Darias como Jaime Báez ocupen las bandas. El buen ingreso de Diego García por izquierda, quien incluso tuvo una ocasión de peligro y generó suspiros con su remate, lo pone en carrera para discutirle un lugar al santalucense.

En tanto, otra opción a considerar es la de Lucas Hernández como posible titular ocupando el carril izquierdo de la banda. El polifuncional jugador, que además se distingue por tener una estadística favorable en clásicos, ingresó por Maxi Olivera el lunes pasado, pero asumió un rol importante en el ataque e incluso tuvo una de las situaciones más claras de su equipo cuando ingresó al área, definió cruzado y se topó con la notable intervención del arquero tricolor.

Si Aguirre opta por un esquema 1-4-4-2, Leo Fernández, la estrella del equipo, acompañará a Maxi Silvera en la ofensiva. Los dos son piezas indiscutidas en la oncena de Peñarol. En el caso del número 10, el Mirasol trabaja para que juegue lo más cerca posible del área rival y que no deba retroceder en busca de la pelota.

En el primer clásico del año, su mejor versión se vio cuando pudo desnivelar desde la banda derecha hacia el centro, sobre todo con una jugada puntual en la que apiló rivales y terminó exigiendo a Luis Mejía.

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