El Real Madridde Federico Valverde derrotó 2-1 al Osasuna en la final de la Copa del Rey y obtuvo este trofeo por vigésima vez en su historia. El Merengue se puso en ventaja a los dos minutos de juego con gol de Rodrygo, que fue asistido por Vinicius Junior, la figura de la primera mitad. En el inicio del complemento Lucas Torró remató cruzado y colocó el 1-1 parcial. De todas formas, Rodrygo volvió a aparecer a 20 del final para darle la ventaja al equipo de Ancelotti.
Con este resultado, el vencedor volvió a ganar el certamen y, de las 40 finales disputadas, logró imponerse en 20. Por su parte, Valverde llegó a su noveno título con la camiseta del Madrid: tiene una Champions League, dos Ligas de España, dos Supercopas de España, dos Mundiales de Clubes, una Supercopa de Europa y una Copa del Rey.
El extremo brasileño fue determinante en el uno contra uno y el rival no encontró manera de contenerlo en los primeros 45 minutos. De todas formas, los Rojillos tuvieron una ocasión clara en un mano a mano de Abdessamad Ezzalzouli con Thibaut Courtois que terminó sacando sobre la línea Daniel Carvajal.
Desde allí en adelante fue todo del equipo de Ancelotti, que tuvo varias ofensivas para ponerse en ventaja y le faltó precisión en el tramo final. Tal es así que un tiro libre de Alaba hizo temblar el travesaño. Ya en el complemento el Merengue bajó la intensidad defensiva y ofensiva en los primeros minutos y lo pagó caro: a los 58 minutos Lucas Torró sacó un remate cruzado y colocó el 1-1 parcial.
Aún sin encontrar su rendimiento óptimo, el equipo de Ancelotti suele capitalizar cada oportunidad que se le presenta y eso fue lo que hizo Rodrygo: encontró un rebote dentro del área tras un remate de Kroos y marcó su doblete personal para sellar el triunfo, asegurarse la medalla y el título que le faltaba con esa camiseta.
Federico Valverde completó un gran partido en el que disputó los 90 minutos y terminó con un 94% de precisión en los pases, según informa Sofascore. Al mismo tiempo, ganó la mitad de los duelos (8 de 16), realizó cinco quites y ejecutó un pase clave.
El partido
El Real Madrid sacó chapa de su historia desde la primera jugada y a los dos minutos ya estaba en ventaja: Vinicius Junior hizo su habitual desborde por la banda izquierda a pura velocidad, dejó a dos jugadores por el camino y la cedió al medio para la definición de Rodrygo, que remató con potencia.
Fue el segundo tanto más tempranero en una final de Copa del Rey, el primero lo había marcado Raúl Tamudo en 2006 jugando para Espanyol en la definición ante Real Zaragoza. En aquella oportunidad fue a los 87 segundos de juego, según informa MisterChip.
A los 20 minutos de juego llegó la primera ofensiva de la Casa Blanca comandada por Federico Valverde: Vinicius volvió a hacer de las suyas por la banda izquierda y tiró el pase al medio para la llegada del Halcón, que le ganó la posición a Molina y sacó un potente remate al que le faltó precisión.
Cinco más tarde estuvo cerca de llegar el 2-0 del Merengue luego de un pase de Vinicius para Benzema, que sacó el remate al ras buscando el palo derecho y se topó con el arquero rival.
La respuesta de Osasuna no tardó en llegar: Abdessamad Ezzalzouli quedó mano a mano con Courtois y la picó por encima. Cuando parecía que la pelota entraba y se convertía en el 1-1, Carvajal la sacó en la línea.
A los 33 minutos Alaba se hizo cargo de un tiro libre al borde del área, remató con efecto y la pelota reventó el travesaño. Se salvaron los Rojillos. También tuvo su chance Camavinga desde media distancia, pero le faltó precisión.
Con el primer tiempo ya finalizado, rumbo a los vestuarios se produjo un intercambio de palabras entre Vinicius Junior y Ezequiel "Chimy" Ávila, atacante del Osasuna que integraba el banco de suplentes. El extremo brasileño tuvo un duelo particular con la defensa rival y también con el argentino, que debió ser obstaculizado para que el incidente no pasara a mayores en las escaleras de La Cartuja.
En el inicio del segundo tiempo el Merengue bajó la intensidad a nivel ofensivo, pero también en defensa. Y como la diferencia no era tan abultada un descuido en la parte baja le dio la paridad al rival a los 58 minutos: Torró sacó un remate cruzado en la puerta del área y venció a Courtois, que nada pudo hacer ante semejante disparo.
Pero aún cuando no encuentra su mejor versión, al Real Madrid no se le puede ceder el mínimo espacio porque lo optimiza al instante. Y eso fue lo que hizo a los 70 minutos: Vinicius volvió a desbordar una vez más por izquierda, envió el centro y, luego de un despeje, el propio Kroos remató al arco. El rebote en la defensa benefició a Rodrygo, que con su habitual olfato de gol estaba donde debía estar para definir con un toque corto y estampar el 2-1 del Merengue que significó la coronación.