Enviado a Charlotte - Estados Unidos
"Hacer esto es como volver al barrio", le cuenta Daniel Araújo a Ovación. Volver a aquel barrio de La Unión del que partió en 1997 para llegar a New York y cambiar su vida por completo. "Es una alegría muy grande para mis hijos que tienen la oportunidad de estar con gente de Uruguay", sostuvo.
Mientras habla, detrás de él rueda una pelota, se pasan platos con carne y se escucha música bien fuerte y es que Daniel fue quien se encargó de recibir en Charlotte a los uruguayos que esperan por el partido ante Colombia por semifinales de la Copa América.
En 2011, Daniel creó en dicha ciudad el Charlotte Metro FC, un club que forma futbolistas y que cuenta con una cantidad cercana a los 500 niños que entre los 6 y los 18 se desarrollan y compiten de manera local, regional e incluso algunos aplican a universidades.
El club tiene raíces celestes por la nacionalidad de Daniel, pero también alma uruguaya por los colores que acompañan la indumentaria. Tanto su escudo como la camiseta son amarillo y negro, en honor a que es hincha de Peñarol, mientras que la alternativa es celeste homenajeando a Uruguay.
Daniel sostiene que el 95% de los niños son de Estados Unidos y que al principio no saben que los colores son por Peñarol, pero cuando ven su oficina con camisetas o a sus hijos con los colores aurinegros, empiezan a comprender. Sus hijos nacieron en New York y Charlotte, pero son dos uruguayos más. "Ahora casi todos los americanos que vienen son hinchas de Peñarol", afirmó.
Cerca de un centenar de fanáticos dijeron presente en dicho evento que se empezó a anunciar en redes sociales. "No lo dudamos, que vengan a la cancha a pasarla bien. Es gente que no nos conoce, pero va a estar alentando a la selección", sostuvo Daniel.
"Es difícil cuando uno esta lejos verlo solo por televisión y acá pasa por el hecho de vivir en vivo la emoción de ver a la selección", admitió Daniel quien ya había acompañado a la Celeste en 2016 durante la Copa América Centenario.
Entre los hinchas también dijo presente Isabel de León, madre de Daniel, quien vive hace más de 20 años en Estados Unidos porque allí tenía a sus hijos y para evitar idas y vueltas continuas, emigró.
"Uno de los mejores recuerdos que tengo es que mi padre era muy fanático del fútbol, en especial de Uruguay y en 1950 vivimos juntos el Mundial y con un carro de caballos fuimos al centro de Mercedes donde festejamos hasta la madrugada", recordó.
Así como ocurrió en cada una de las ciudades donde Uruguay jugó en la Copa América, los hinchas dejaron su huella y esta fue la de Charlotte, o al menos la primera, porque se espera por otras movidas, así como también el apoyo de los hinchas tanto en el hotel de Uruguay como este miércoles en el estadio.