SEMIFINALES
En una noche dolorosa para el aurinegro, porque se sufrió una derrota que hipoteca la presencia en la final, el Mota Gargano y Álvarez Martínez fueron los más destacados.
El arquero poco pudo hacer en el gol, porque lo tomó volviendo. Luego se mostró seguro en un par de remates que le hicieron, pero en el segundo gol da la sensación de que pudo hacer algo más.
Tuvo una labor mucho más defensiva que ofensiva, por lo cual Canobbio tuvo muchos metros para recorrer por la banda derecha en la primera mitad. En la segunda tuvo un poco más de protagonismo, pero no fue profundo.
Eficaz en la marca, resolviendo bien los problemas de velocidad que le plantearon los delanteros rivales.
Sólido y resolutivo. Cuando tuvo que reventarla ni lo dudó. Intentó empujar al equipo desde el fondo y ganó un par de envíos aéreos en el área rival.
Perdió la pelota en la salida al minuto 2 y eso le costó a Peñarol recibir el gol. Luego tuvo un par de proyecciones interesantes en ofensiva. No salió a jugar el segundo tiempo.
Como siempre, el Mota fue el que marcó el ritmo del equipo. Pelota segura, cabeza levantada y siempre tomando la decisión correcta para habilitar a un compañero. Llamativamente sustituido a los 68 minutos en una arriesgada jugada del técnico Mauricio Larriera.
Cubrió muy bien los espacios, liberando a Gargano para que fuera la salida del equipo. Vio la amarilla en los primeros 45' y eso lo condicionó, al punto que fue reemplazado a la hora de juego.
Encaró por derecha e intentó desequilibrar con velocidad, pero no logró hacerlo. Tuvo un cabezazo y no le pudo dar bien. En la segunda parte bajó la intensidad y terminó siendo reemplazado.
Se tiró atrás y sacó siempre la pelota bien jugada. Inteligente para distribuir el juego. La salida de Gargano lo llevó a pasar al doble cinco, donde definitivamente no rindió.
Armó la jugada del empate haciendo la pausa para esperar que Álvarez Martínez se posicionara en el área. Recién entonces lo habilitó. Cuando se tiró atrás logró sacar avances peligrosos. Fue víctima de varias faltas tácticas que le impidieron desarrollar velocidad.
Por algo es el goleador de la Sudamericana. La primera que tuvo la mandó a la red por insistente. Le dio de zurda, pifió y la fue a buscar de nuevo para con la derecha y de puntín marcar el 1-1 a los 25'. Las otras dos situaciones claras de gol que tuvo Peñarol también las generó él, primero con un cabezazo y luego con un disparo potente que el arquero mandó al córner ya en tiempo de descuento.
Buena entrada, dándole más amplitud de cancha y profundidad al equipo. Se combinó bien con Torres, con el que tiró paredes que terminó con peligrosos centros. Metió un gran cierre para evitar el tercero. Debió ser expulsado por agresión en el final.
Quedó muy solo en la contención y lo tomaron varias veces mal parado cuando Paranaense salió de contraataque.
Hizo su debut sin mayor brillo. Puso un buen pase de cabeza para Nahuelpán y poco más, porque le dejaron las pelotas quietas y dejó cada envío corto.
Entró poco en juego, porque entró con el partido ya 1-2 y Peñarol optó entonces por hacer un juego directo y mandar pelotazos al área rival.
Le mandaron una gran cantidad de pelotas para que tratara de bajar y apenas ganó una. Perdió los duelos aéreos con los defensas brasileños.