El empate entre Nacional y Plaza Colonia por la séptima fecha del Torneo Apertura se puede explicar de dos maneras: lo que no hizo el tricolor, por un lado, y lo que sí hizo pero evitó el arquero Joaquín Silva, la figura del partido.
Es que los dirigidos por Martín Lasarte dejaron pasar 45 minutos y, más allá de que el rival también juega, en este caso el Patablanca le entregó la pelota al local y este no tuvo muchas ideas de qué hacer con ella.
Desde los primeros compases del encuentro en el Gran Parque Central, Nacional fue el dominador del esférico, intentó por banda y en algunos pasajes por el centro, pero equivocó el pase final. En medio de ese panorama, el tricolor se encontró sorprendentemente abajo en el marcador porque el equipo coloniense se replegó apostando al contragolpe y uno de ellos surgió efecto tras un gran centro de Christian Ebere y un cabezazo de Diogo De Oliveira que venció a Ignacio Suárez, quien suplantó a Luis Mejía, ausente por estar con la selección.

La única chance clara de gol que generó en los primeros 45’ empezó a demostrar que Joaquín Silva iba a tener una noche inspirada porque a puro reflejo le sacó un remate de puntín a Luciano Boggio que definió exigido cuando quedaban 10 minutos para el cierre de la primera parte.
Saber cuánto tiempo iba a aguantar Plaza Colonia replegado sobre su arco era una incógnita y más cuando Nacional empezó a hacer mella por el lado derecho tras los ingresos de Nicolás Rodríguez y Lucas Villalba que desde el banco le cambiaron el rostro al tricolor.
“Estamos muy atrás y queda mucho tiempo” fueron las palabras de José “Nito” Puente que la transmisión del partido replicó cuando iban apenas tres minutos del complemento.

Y lo cierto es que si hubo un responsable de que Nacional no anotara antes fue Joaquín Silva, más allá de la entrega de sus compañeros que no dieron pelota por perdida en lo largo y ancho del campo de juego del Gran Parque Central, que lució mucho mejor en su césped.
Es verdad también que en algunas jugadas el tricolor se lo hizo más fácil porque por ejemplo Nicolás López pifió en el área chica cuando el gol parecía cantado o llegaron centros llovidos que él descolgó sin problemas, pero los dos tiros libres que le atajó a Rómulo Otero, el disparo que le contuvo a Bruno Arady y la precisión de salir a achicar cuando Gonzalo Petit apareció muy solo y remataba con peligro sobre su arco lo impulsaron a ser la figura.

Parecía invencible, pero finalmente no lo fue, aunque casi lo logra porque a los 87’, cuando Sebastián Coates marcó el gol del empate final, le había sacado dos veces el gol a Lucas Villalba en la misma situación luego de una volea y un cabezazo del puntero.
Entre la figura de Silva y las pocas ideas tricolores en la primera parte, el equipo de Martín Lasarte volvió a dejar puntos en su casa.