EN BRASIL
Los dirigidos por Díaz llegaban sin puntos acumulados, pero ganaron en Brasil con goles de Salaberry y López y, tras la derrota de Racing, están a solo tres puntos de la cima del grupo B.
River Plate venció 2-1 a Cuiabá por la tercera fecha del Grupo B de la Copa Sudamericana. El encuentro se disputó en el Estadio Arena Pantanal y contó con el arbitraje del chileno Cristian Garay. El Darsenero se impuso con goles de Horacio Salaberry y Pablo López, mientras que Marquinhos descontó para el local.
Con este resultado y tras la derrota de Racing de Avellaneda, el grupo está que arde: el conjunto uruguayo quedó solo a tres unidades de la cima. Melgar quedó primero tras ganarle a la Academia ya que tiene seis puntos y le gana en diferencia de goles al elenco argentino. En tercer lugar está Cuiabá con tres puntos y el último lugar, también por diferencia de goles, le corresponde a River.
El partido
River Plate tuvo algunas novedades en la oncena inicial que comenzó el encuentro en Cuiabá, precisamente dos puntuales: Fabricio Correa en el arco y Juan Carlos de los Santos. Sin embargo, la intención del equipo no cambió respecto de aquel promisorio debut de local ante Racing de Avellaneda en el que quizá mereció mejor suerte.
La vocación ofensiva no faltó y el equipo tuvo un mejor inicio que el rival brasileño con Pablo López proyectándose por el sector derecho y una buena dupla en el mediocampo integrada por Montiel y Fonseca. El primero se ofrecía como primera opción de pase para los zagueros y el otro quedaba un poco más libre para la hora de atacar.
A los 15 minutos de juego llegó la primera alegría del Darsenero en el encuentro, pero también en lo que va de la Copa. Los dirigidos por Gustavo Díaz capitalizaron un centro que llegó desde la izquierda y que conectó en primera instancia Brunelli de cabeza, pero el arquero Walter respondió con solidez. En el rebote, Salaberry encontró la pelota debajo del arco y definió con potencia cuando el arquero ya estaba vencido.
A partir del gol, sucedió lo que era lógico: el local, con el impulso de su gente, tomó la pelota e intentó ser protagonista con varios disparos de media distancia que encontraron bien parados al arquero Correa, de gran actuación cada vez que lo obligaron a intervenir.
De todas formas, el elenco uruguayo no fue exigido de forma permanente y cada vez que la tomaba López por la derecha generaba un descanso para todo el equipo al poseer la pelota y dejar que pasen los minutos. La defensa rival tuvo serios inconvenientes para detener las incursiones del volante por allí.
En el cierre del primer tiempo, llegó el gol del mejor jugador de la primera mitad: Nicolás Sosa peleó la pelota en la mitad del campo, se la ganó a los defensores rivales y avanzó varios metros con el balón en su poder. Al llegar al borde del área, remató de forma potente al ángulo derecho y obligó a la intervención de Walter, que dio rebote. Lo capitalizó otra vez Sosa, que esta vez eligió el pase hacia López y el número 14, tras controlar con clase, definió a tres dedos ante un arquero que se estiró en vano. Los del Chavo Díaz dieron una clase de efectividad y pegaron en el momento justo.
A los tres minutos del segundo tiempo llegó una mala noticia para el conjunto del Prado: Marcos Sousa anotó el tanto del descuento y su equipo quedaba a uno de la paridad. A su vez, a estas alturas se confirmaba el 2-0 de Melgar sobre Racing, por lo que si el elenco brasileño lograba remontar el marcador igualaba al conjunto argentino en la cima del grupo B.
Con este panorama, el desarrollo del juego se comenzó a tornar adverso para el Darsenero: el rival tomó la pelota, comenzó a posicionar jugadores en campo rival y algunos despejes de los centrales del equipo uruguayo comenzaron a quedar cortos, lo que le allanó el camino al conjunto local a la hora de acotar espacios para atacar.
Tras ver que el elenco brasileño estaba cerca del empate, lejos de escatimar en ofensiva y resguardarse a nivel defensivo reforzando ese sector, Gustavo Díaz optó por capitalizar los espacios que dejaba el elenco local a la hora de atacar y por eso apeló a le velocidad por la banda de Maxi Pereira (en lugar de Chopitea) y a la capacidad de Borbas, que se posicionó como mediocentro ofensivo. Por su parte, Montiel y Alfonso quedaron como dupla en el centro del campo y López fue hacia la izquierda.