LUTO
El suicidio de Santiago García fue el primero de los cuatro que el fútbol uruguayo tuvo que asumir en un 2021 que invitó a la reflexión.
Hoy se cumple un año de la partida de Santiago García, una noticia que sacudió al Uruguay entero y también al mundo fútbol. Si bien recién el 6 de febrero del 2021 se conoció que el delantero uruguayo de entonces 30 años había perdido la vida, la fiscal de la causa estableció que el jugador se había autoeliminado dos días antes en su apartamento de la ciudad de Mendoza.
El suicidio del Morro fue el primero de los cuatro (Williams Martínez, Emiliano Cabrera y Maximiliano Castro) que el fútbol uruguayo tuvo que reconocer en un 2021 que llamó a la reflexión. Porque la vida de los jugadores no solo trae dinero y fama, también arrastra historias de desamparo y depresión. Y en algunas ocasiones, eso lleva al suicidio, situación que tiene a las autoridades de la salud en alerta después de las cifras entregadas en el último tiempo. En 2020 hubo 718 autoeliminaciones y en 2021 se estima que durante el primer semestre hubo entre 18% y 23% más de suicidios que el promedio histórico de los primeros semestres del último lustro.
El Morro era el goleador histórico de Godoy Cruz, pero ya se había anunciado que no continuaría en el equipo mendocino. Quería jugar en Nacional y ya se encontraban en gestiones. Estaba bajo tratamiento psiquiátrico y también alejado de su familia durante la pandemia debido a que contrajo coronavirus y tuvo que aislarse diez días en su casa.
El sepelio en Montevideo fue una gran demostración de dolor, con muchas banderas de Nacional, el equipo del que era hincha, pero también de otros clubes, señal del impacto que produjo la noticia.
En el recuerdo quedaron sus 116 goles con las camisetas de Nacional, Athletico Paranaense, Kasimpasa, River Plate y Godoy Cruz.
También los de aquella selección sub 20 que en 2009 fue al Mundial de la categoría en Egipto generando mucha expectativa por la calidad de jugadores que tenía ese plantel. Fue tercero en el Sudamericano y en el Mundial quedó eliminado en octavos.
Serio en la cancha a la hora que tenía que ir al choque con los rivales, pero totalmente extrovertido fuera de ella, el Morro sigue presente a pesar de ya no estar físicamente. A continuación, 10 frases para recordarlo:
1) “Cuando hice mi primer gol clásico, hinchas de Peñarol pensando que yo todavía seguía viviendo en el barrio, fueron a golpear la casa de mi abuela. Ella no entendía nada. Yo vivía en otro lado, fui a buscar a esa gente y terminó en cualquier cosa”.
2) “La gente dice que yo soy conflictivo o que quiero plata. Gracias a Dios juego más por amor que por plata. Estoy feliz en Mendoza, me han ofrecido dinero para ir a muchos lugares, pero prefiero estar tranquilo”.
3) “Con el primer sueldo hicimos un surtido en casa con mi abuela”.
4) “Cuando juego, soy serio. Soy de fastidiar a los compañeros, a los rivales, a los jueces. La gente que no me conoce piensa que soy un malhumorado o un soberbio. Si me ves por la calle, tengo cara de póker, camino derecho, ni te miro. Pero en la intimidad, soy relajado”.
5) “Putear, me putean en todas las canchas. A mí no me molesta que me digan negro, porque soy negro y es un orgullo. Me tiran orín, ¡cualquier cosa! Es el folclore del fútbol. Al ser delantero, soy bastante resistido por algunas hinchadas; cuando les hago un gol, los miro simplemente. Me río”.
6) “No me molesta que se hable de mi físico. Yo me siento cómodo en el peso que tengo que estar, ni más ni menos. Cuando me hicieron bajar de peso, acá en la Argentina, lo sufrí mucho, porque no me sentía fuerte y ágil. Tuve que salir del equipo. Alguna vez, estuve dos kilos arriba, pero me sentía bien”.
7) “El clásico en Uruguay es terrible. Estamos todos locos, lo sé, pero en Uruguay nos toman a los jugadores como ejemplo. Todo lo que hacemos, se ve reflejado. Allá quieren limpiar la violencia en el fútbol con estas decisiones, pero ¿sabés lo que pasa debajo de las banderas? Deberían apuntar a las barras; en los baños de las canchas suele haber drogas, armas, hasta acosos y no pasa nada”.
8) “El peor momento fue en Brasil: un día estaba acostado, me llaman y me dicen que había tenido un doping. No entendía nada. No quería jugar más al fútbol, no quería entrenar, nada. Quería volver a mi casa. Hubo algo raro. Las otras muestras se mandaron al exterior, la mía se hizo en el país. La suspensión regía solo en Uruguay, en Brasil podía jugar, pero me peleé con los dirigentes, me tenían de rehén por asuntos de impuestos”.
9) “Se me cayó el mundo encima, porque yo estaba en todos los videos. Hasta bromeaba: ‘Voy a llamar a un amigo que está preso, así me deja un lugar’. Estaba entregado. Yo fui el último en declarar. Le conté todo: ‘Le pegué a todo lo que se movía’, le dije. En el video se veía casi todo, yo no me acordaba lo que hice, porque estaba enceguecido. Hasta me había peleado con los policías en el túnel, porque quería ir a buscar a los de Peñarol”.
10) “La mejor piña en mi vida se la di a mi hermano en una Navidad. Piña va, piña viene... El problema fue cuando se paró. Me agarró la cabeza y me la dio contra el bidet”.
Teléfonos de ayuda
Línea Vida Prevención del Suicidio 0800 0767 - *0767
Línea de apoyo emocional 0800 1920
Funcionan durante las 24 horas, todos los días del año, sin importar a qué prestador de salud esté afiliada la persona que consulta.