MERCADO

Mauricio Larriera tiene el volante central que buscaba para encarar la temporada 2021. Damián Musto, argentino de 33 años, viajará en los próximos días a Uruguay y se pondrá la camiseta de Peñarol.

Se trata de un futbolista de mucho temperamento, personalidad, buen pie, manejo de pelota y “raspador”, tal como se buscaba desde el Consejo Directivo mirasol.

En declaraciones a Ovación, el presidente de Peñarol, Ignacio Ruglio había dicho que “si llega un cinco será un jugador que marque la diferencia en lo deportivo y haremos el esfuerzo económico porque es un puesto que debemos reforzar”.

Y el fin de semana se terminó de confirmar que ese jugador era Damián Musto. El nacido en Casilda, provincia de Santa Fe y surgido en las formativas del Club Atlético Alumni de esa ciudad, debutó en Primera División del fútbol argentino en Quilmes, luego se fue a Atlético Tucumán y posteriormente tuvo su primera experiencia en Europa jugando en el Spezia de Italia para después volver a Argentina, jugar en Olimpo de Bahía Blanca y Rosario Central, el equipo que dirigió Eduardo Coudet.

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Tras cuatro temporadas muy buenas en el “canalla”, Musto fue uno de los pedidos de Marcelo Gallardo para reforzar a River Plate, pero el volante tuvo un control antidoping adverso que le impidió vestir la camiseta del “millonario” en 2017.

La sustancia que se le encontró al mediocampista fue hidroclorotiazida, un diurético prohibido en determinadas cantidades, que fue la misma que arrojó los análisis de dos jugadores de River en 2017: Lucas Martínez Quarta y el uruguayo Camilo Mayada.

De todas maneras, la carrera de Damián continuó en México porque lo fichó Tijuana, que era dirigido por Coudet, quien lo había tenido en Rosario Central, y en julio de 2018 volvió al Viejo Continente pero para jugar en el Huesca de España, pero la escasa continuidad que tuvo hizo que el “Chacho” pensara nuevamente en él y se lo llevó a Inter de Porto Alegre en 2020.

Y en enero de 2021, cuando el argentino regresó a España tras su paso por el fútbol de Brasil, Marcelo Gallardo pensó nuevamente en Musto para reforzar el plantel “millonario” en caso de que se fuera Enzo Pérez, algo que aún no sucedió.

Eso habla de la trascendencia de un futbolista que más allá de no haber tenido la continuidad esperada en España, supo tener muy buenas campañas en Rosario Central y también en Tijuana de México.

Derecho, con buena visión de cancha, despliegue y mucha entrega, Damián Musto llegará a Uruguay en los próximos días para hacer la cuarentena obligatoria ya que por más de haber contraído COVID-19 en septiembre de 2020, tiene que cumplir con la reglamentación sanitaria ya que expiró su período de inmunidad.

Desde Peñarol confiaron a Ovación que solo restan detalles mínimos porque el acuerdo económico está arreglado y lo que le queda solucionar al argentino es la desvinculación con Huesca ya que tiene contrato hasta junio de este año. Esta contratación hace que el club prescinda de Krisztián Vadócz, el húngaro que terminó su contrato pero que al tener una cláusula aún no se definió su salida del club carbonero.

La escasa continuidad en el club español le abren las puertas a la rescisión de su vínculo y ese aspecto fue clave para que se destrabe la negociación que le permitirá a Mauricio Larriera tener el “5” que buscaba para reforzar el plantel.

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Cabe recordar que Damián Musto no podrá jugar la primera fase de la Copa Sudamericana, pero sí puede ser inscripto en caso de que Peñarol avance a la segunda ronda del certamen.

Damián Musto nació el 9 de junio de 1987 en Casilda, Provincia de Santa Fe y lo mejor de su carrera estuvo en Rosario Central.

“Fue pieza importante en ese Central que fue el mejor de los últimos años”, le dijo a Ovación Elbio Evangeliste, periodista del diario La Capital de Rosario, agregando que “es un típico volante central, bien posicional, inteligente, de movimientos medidos y es un jugador de mucho temperamento y personalidad. No le pesan los partidos, va al frente y sabe manejar mucho ese aspecto. Además, es aguerrido en la marca, confiable para salir jugando y hasta se anima a llegar al área rival”.

Tras cerrar las incorporaciones de Nicolás Schiappacasse, Pablo Ceppelini, Agustín Canobbio y Damián Musto, en Peñarol buscan concretar el regreso al club de Carlos Rodríguez, el zaguero de 30 años cuyo pase pertenece a Liga de Quito.

Los ecuatorianos tienen el cupo de extranjero completo y buscan una salida, aunque la diferencia por ahora está en el tema económico.

A los pocos días de asumir Ignacio Ruglio decidió que todo futbolista juvenil que esté en el plantel principal de Peñarol debía firmar un contrato para poder entrenar y jugar.

Matías Mir es uno de ellos y aunque todavía no debutó en Primera División, Parma de Italia se interesó por el volante de 17 años. Desde el club ven con buenos ojos su salida al exterior, pero no sin antes firmar contrato.