Daniel Carreño (60) volvió al fútbol de Arabia Saudita y hace una semana debutó con victoria en la Saudi Pro League al frente del Al Hazm por 4 a 2 ante Al Raed y ayer empató 2-2 ante el Al-Ittihad de Karim Benzema.
Desde el país de Medio Oriente, el entrenador conversó con Ovación sobre su vida en el país árabe, su deseo de volver a Nacional, la selección uruguaya y el fútbol del país.
-¿Cómo encontraste Arabia Saudita en tu regreso?
-Desde el punto de vista social, noto que este país se está adaptando más al mundo. A pesar de sus tradiciones, religión y cultura milenaria, se está abriendo al mundo, especialmente entre las generaciones más jóvenes, gracias a la tecnología y a la cercanía global. Desde 2013, que fue la primera vez que vine y en cada vuelta, noto un progreso increíble. La transformación es impresionante. En comparación con otros lugares de la región, como Emiratos Árabes, Qatar, Dubai o Abu Dhabi, que son ciudades muy modernas y avanzadas, solía estar un poco rezagada por enfocarse en la religión. Pero ahora está prácticamente al mismo nivel que esos países. En el fútbol, es una liga altamente competitiva, que si bien siempre lo fue, mejoró aún más debido a la calidad de los jugadores extranjeros. Además, es el país más grande de la región, con una población considerable en comparación con otros, y la pasión que sienten por el fútbol es evidente, aunque distinta con la nuestra, ya que acá la pasión es con Alá.
-Vas a enfrentarte a Al Nassr, donde se encuentra Cristiano Ronaldo, y donde fuiste campeón…
-Sí, en unos meses, el próximo año en febrero. De todos modos, Al-Nassr siento que es más mi equipo que el de Cristiano Ronaldo. Fui campeón, fue el conjunto que me abrió las puertas en Arabia Saudita. Aunque hasta ahora dirigí cuatro cuadros (Al-Nassr, Al-Arabi, Al-Shabab y Al-Wheda), Al-Nassr es el equipo en el que estuve más, obtuve mis mejores resultados y con el que la gente me asocia.
-¿Cómo te adaptaste a la vida en Arabia Saudita?
-Mi adaptación a la vida en Arabia Saudita, sobre todo en 2013 cuando llegué por primera vez, fue todo un desafío. El país era muy diferente en aquel entonces, más cerrado. En aquella época, solo se permitían dos jugadores extranjeros por equipo, a diferencia de la actualidad, donde son ocho, y se espera que el próximo año sean diez por equipo. Imaginen que cuando llegué, solo había dos extranjeros en un equipo, lo que significa que el resto eran saudíes. Hoy en día, la composición es más equitativa, y en muchos equipos la mayoría de los titulares son extranjeros. Mi experiencia en Al-Nassr fue excepcional. Tomamos un equipo que había estado dormido durante mucho tiempo y logramos despertarlo. En nuestro primer año ganamos todos los partidos, permanecimos un año entero invictos, y finalmente, después de 21 años, conseguimos el título de la liga y la copa, dos campeonatos en el mismo año. Fue toda una revolución. Esto hizo que mi adaptación fuera más fácil. La gente acá me aprecia mucho, me hace sentir bienvenido y siempre tengo oportunidades de trabajo. Si bien me hubiera deseado tener éxito en Colombia, Ecuador y Chile, donde también dirigí, las circunstancias me trajeron a esta parte del mundo. También tuve la oportunidad de dirigir en Qatar, entre 2016 y 2018, con éxito. Dirigí a la selección en las Eliminatorias para la Copa del Mundo en Rusia. Fue un alivio, ya que Qatar es un lugar más abierto, con acceso al mar. Aunque es más pequeño y no tan apasionado por el fútbol como Arabia Saudita, fue una buena experiencia.
-¿Tuviste acercamientos para volver a dirigir a Nacional?
-Antes de ir a Wanderers en 2020 hubo un contacto real para regresar a Nacional, donde en ese momento estaba Gustavo Munúa. Sin embargo, los tiempos no coincidieron. Puedo decir que Nacional demostró interés en mí en diferentes momentos, pero las circunstancias no permitieron que se concretara la vuelta. Ahora vine para acá y Nacional se quedó sin entrenador apenas dos días después. Algún día, tal vez, se dará la oportunidad de regresar, pero si no ocurre, estoy más que agradecido por lo que he logrado.
-Pero siempre pensás en el regreso…
-Siempre hay un deseo de volver, como me pasa también con Wanderers. Siempre digo que Wanderers me dio la vida y Nacional me dio la profesión.
-¿Seguiste el partido de Nacional contra Deportivo Maldonado?
-Lo seguí a través de la radio porque el partido se jugó en la madrugada y lo escuché entredormido. Es triste ver a Nacional en esta situación, pero es un club grande y superará este desafío. Al mismo tiempo, me alegré por Fabián Coito, que dirige a Deportivo Maldonado. Uno siempre divide su corazoncito en estas situaciones. Ver a Nacional en esta posición es doloroso, pero, repito, el club tiene cómo y con qué recuperarse.
-Fuiste uno de los entrenadores que opinó que la selección uruguaya debería tener un DT uruguayo. Tras ver los primeros partidos de Marcelo Bielsa: ¿mantenés esa opinión?
-Lo que está logrando Bielsa es realmente espectacular. Todos conocemos su valía y lo que significa tener un entrenador de su calibre. Lo que quiero decir es que en Uruguay contamos con entrenadores que poseen la misma valía que Bielsa y que podrían desempeñar un trabajo igual de destacado o incluso mejor. No estoy criticando ni menospreciando su trabajo, soy ‘Bielsista’ desde hace mucho tiempo. Creo que en Uruguay tenemos entrenadores con un alto nivel de conocimientos y lamento que nos dirija un extranjero. No estoy en contra de que los extranjeros dirijan selecciones, ya que yo mismo lo hice en otros países y no soy quién para oponerme. Lo que me preocupa es que en Uruguay tengamos entrenadores de gran valía a los que no se les dé la oportunidad que merecen. En este momento, todos somos hinchas de Bielsa. Lo que sí me duele es que haya un entrenador extranjero de la selección Sub 23, pero también la apoyaremos con entusiasmo.
-¿Te gustaría dirigir a la selección de Uruguay?
-Como a todos los entrenadores, ni más ni menos. Quizás no haya hecho tanto como yo para merecer dirigir la selección, pero el sueño lo tenemos todos. En mi caso hubiera dirigido la Sub 15, Sub 19 y Sub cualquiera o la mayor, he pegado en el palo varias veces pero si no se da tampoco va a ser algo que quede como en deuda, fue un sueño que creo que tenemos todos los entrenadores.
-Pero aún tenés mucha carrera por delante…
-Soy un apasionado del fútbol, vivo de esto, para esto, pero no soy un fanático. No me veo con mucha edad trabajando. Me veo más bien en el campo, disfrutando.
-¿Cuál es tu opinión sobre la polémica en torno a la ausencia de figuras como Edinson Cavani o Luis Suárez en la selección?
-Siempre estaremos agradecidos con jugadores como Luis Suárez, Edinson Cavani, Fernando Muslera y muchos otros que han dado tanto a la selección durante tantos años. Su ausencia en el equipo es una decisión del entrenador y todos debemos respetarla. Si yo hubiera estado en su posición o cualquier otro colega, también nos hubiéramos visto en la situación de tomar decisiones difíciles. Lo que sí sabemos es que Bielsa no es ningún improvisado. Esto no significa que yo hubiera tomado la misma decisión, pero si lo hace, es porque está convencido. Creo que lo hace con responsabilidad y después de un estudio exhaustivo, por lo que debemos respetar su elección sin cuestionarla. De todos modos, vamos a decirle gracias de por vida a estos muchachos, porque la verdad que han tenido no solamente una adhesión a la selección, sino un comportamiento ejemplar y un rendimiento que lo vamos a recordar para siempre.
-¿Cómo ves la situación actual del fútbol uruguayo?
-El fútbol uruguayo es emocionante, apasionado y es una lástima que se haya truncado un poco por problemas políticos. Creo que nos peleamos mucho hacia adentro, nos peleamos demasiado y eso nos hace estar un poco estancados. Este fue un año difícil con el parate, las peleas y los problemas que todavía no están solucionados. Existen algunos rencores y la verdad que da lástima ver tantas peleas en la parte interna. Nunca deja de ser un campeonato que se disputa con mucha pasión, con jugadores con mucho futuro y de gran nivel, con entrenadores que muestran su valía permanentemente. Es un campeonato muy lindo, a mí me encanta, es mi país y es el campeonato en el que siempre estuve, pero ahora me da un poco de pena verlos pelear tanto, sobre todo a nivel directriz. Siempre aparecen nuevos problemas.