por Mariana Malek
Daniel Enríquez mira por la ventana en su oficina del Complejo Del Campo de Danubioy está conforme con lo que ve, en la cancha proyectos de jugadores de fútbol disputan la pelota. Hace dos años que asumió como responsable de las formativas del equipo de la Curva y los resultados están empezando a verse reflejados en la tabla. El equipo vuelve a estar entre los mejores en casi todas las categorías, como en el pasado.

Su llegada a Danubio se dio en el 2021, luego de que dejó de trabajar en Cerro. “Me llamó Arturo (Del Campo). Habíamos hablado, que cuando él estuviera como presidente podía acercarme. Tengo muy buena onda con Arturo porque en la época de Nacional tuvimos muchas reuniones y me parecía un perfil bastante parecido al mío”, relató Enríquez a Ovación.

Finalmente el día llegó. Del Campo lo llamó y le propuso algo distinto a lo que venía haciendo: “Me dijo que él quería que yo no interviniera en el primer equipo para nada, pero sí como coordinador de juveniles. Le dije que sí, que no había ningún problema porque me parecía que el corazón del club son los juveniles”, indicó el ahora coordinador de formativas de La Franja.

El objetivo del presidente danubiano era que las divisiones formativas recuperan su esplendor. Enríquez no tenía pasado franjeado pero sí había tomado el modelo de los buenos años de Danubio y lo aplicó en Nacional en su momento, e incluso se llevó algún técnico a principios de los 2000. Del Campo le explicó que durante algún tiempo las juveniles habían quedado desatendidas por distintas políticas y que se proponían reflotarlas.

“Llegué y aquel complejo modelo que era me lo encontré bastante deteriorado. Estamos bastante en el debe con eso, porque el equipo no tiene para arreglar en lo estructural, pero sí nos prometieron cumplir y que el equipo tendría el apoyo deportivo”, señaló.

Así empezó a trabajar y se centró en mejorar a los captadores y entrenadores de los más chicos. Sin muchos “recursos económicos” pero con un buen trabajo en recursos humanos y con los directivos de juveniles de Danubio, que son de los que “saben”.

Para la mejora el equipo incorporó nutricionista, asistente social y, además, se proyecta un departamento de acondicionamiento físico para atender los casos particulares de una forma integral.

Aunque no son producto de su trabajo, reconoció, es una buena señal que la mayoría del plantel de Primera sea formado en el club. “Tenemos un tema con la Cuarta División y esto si pasa por nosotros, porque las figuras están con el primer equipo”, explicó.

Foto: Francisco Flores

Enríquez indicó que a principio de año se reunió con Esteban Conde, a quien ve muy bien con el primer equipo más allá de los resultados, para hablar sobre los jugadores con los que contaría y descartó la chance de que suban más juveniles a Primera División.

En la última fecha el equipo de la Franja ganó los encuentros de Sub 15, Sub 16 y Sub 17 y empató el de Sub 19, ante Central Español. De a poco, las cosas se van acomodando.

Enríquez pasó como gerente deportivo por Cerro Porteño en Paraguay y luego, justo antes de la pandemia, un proyecto internacional lo volvió a atraer: Hanoi Football Club de Vietnam. Implicaba vivir en un paraíso como es el sudeste asiático, cerca de Singapur o Tailandia, y eso lo tentaba.

“Llegó la propuesta de una gente seria, como es el Grupo City, propietario del equipo. Hanoi es un equipo grande del sudeste asiático a nivel regional que siempre juega lo que sería su Copa Libertadores”, explicó el gerente deportivo.

Sin embargo, el fútbol de la región estaba muy lejos del nivel de otros países como, por ejemplo, Japón. “Me llevaron con el objetivo de que el equipo fuese más competitivo”, destacó.

Y señaló: “El equipo jugaba en su región y ganaba, los partidos eran muy fáciles. Pero cuando llegaba el momento de disputar la Copa Asia, le hacían de a tres o cuatro goles. El objetivo era emparejar con esos rivales”.

La vida en Vietnam era muy cómoda, relató: sin barras, ni hinchadas, con poca prensa y trabajando con tranquilidad. Sin embargo, la pandemia de covid-19 puso un final abrupto y tuvo que rescindir el contrato.

“Cuando se terminó el fútbol me vine para acá y pasé todo ese momento en Uruguay. Hoy elijo donde trabajar, porque quiero estar en un lugar cómodo y con calidad de vida”, concluyó.

Foto: Daniel Enríquez.uy

Entre los talentos que pasaron por sus manos estuvo un joven Luis Suárez, quien estaba en Pre Séptima cuando asumió la coordinación de juveniles en Nacional y pasó a Primera junto con su gerencia deportiva en mayores.

Sobre aquellos años con el Pistolero en el tricolor, contó: “Cuando llegué en el 2000, jugaba en la Pre Séptima. La generación 87 fue muy buena, muchos llegaron a Primera”, recordó.

“Cuando llegué a la gerencia del primer equipo los que subimos fueron los de esa generación. Cuando estaba en Séptima Suárez era suplente y esos fueron mis primeros productos”, reveló.