Por Alberto Sobrero
Danilo Baltierra (54) jugó enPeñarol desde 1991 a 1996. Formó parte de los primeros cuatro campeonatos Uruguayos que le dieron el segundo quinquenio al mirasol. Tuvo un pase por el Logroñés de España en 1997, pero no se pudo asentar y volvió a Uruguay. En su vuelta, fue a Los Aromos a saludar a sus excompañeros y Gregorio Pérez -entrenador de Peñarol en ese entonces- le dijo que se quedara a entrenar con ellos. Sin embargo, él presentía que los dirigentes no lo querían ya que nunca le hicieron una oferta. Solo tenía una posibilidad: la de Nacional. Y no le desechó. “Era profesional y me debía a mi carrera”, le dijo el exfutbolista a Ovación.
Baltierra recalcó en más de una oportunidad que no “fue una decisión fácil” la de ir Nacional. Uno de los grandes motivos que lo llevó a ello fue la pelea entre José Pedro Damiani, presidente de Peñarol en esa época, y su representante Francisco Casal.
Su idea siempre fue la de seguir en el Logroñés, pero el club decidió no contar con él y tampoco tuvo otra oferta de Europa. Es por ello que perfiló su vuelta al fútbol uruguayo y esperaba que Peñarol lo llamara, algo que nunca sucedió.
Mientras analizaba la propuesta tricolor, Baltierra habló con varias personas para saber qué resolución tomar. Nelson Gutiérrez -excompañero suyo en Peñarol desde 1993 a 1996- lo ayudó con un consejo. “El Tano Gutierrez me dijo que yo ‘era un profesional y debía pensar en mi carrera porque tenía una familia’”, afirmó. “Como profesional fui a jugar a Nacional y respeté al equipo que me contrató”, dijo.
Título
En la temporada 1998 Nacional tenía un gran objetivo: cortar el posible sexenio de Peñarol. Se reforzó con varios jugadores y apostó por un técnico joven que conocía al club como Hugo de León.
Danilo Baltierra fue uno de los fichajes que llegó al Bolso. En total disputó 21 encuentros y convirtió cinco goles. Uno de ellos fue en un clásico. “Cuando hice el gol lo festejé porque tenía mucha bronca, porque no me había llamado nadie de Peñarol. Fue como una forma de descargarme ante esa situación”, explicó.
“Grité el gol, aunque no lo hice contra la hinchada de Peñarol como tampoco se lo haría a la de Nacional porque considero que eso es una falta de respeto”, agregó.
La historia terminó de la mejor forma para Nacional ya que se coronó campeón Uruguayo y cortó el posible sexenio de Peñarol. “No fue fácil porque se estaba armando un equipo nuevo bajo el mando de Hugo de León”, manifestó.
Presión
Al momento que firmó con Nacional, Baltierra siempre supo que “la iba a tener el doble de complicada” que el resto de sus compañeros ya que estaba muy identificado con el mirasol. “Me puteaban de todos lados: los de Peñarol y los de Nacional. Más en este país que es chiquito”, expresó con una carcajada.
A su vez, habló sobre otro punto: “El equilibrio emocional”. Debido a que en su época los futbolistas no los preparaban en ese ítem. “A nosotros nos mandaban a la cancha a buscar triunfos y capaz no estábamos preparados. No teníamos el apoyo emocional con el que si cuentan los futbolistas en la actualidad”, valoró el exjugador.
Recalcó que durante su etapa en Nacional esa doble presión siempre la pudo manejar de “la mejor forma con todas las herramientas” que tenía a su alcance.
Peñarol
Baltierra comenzó su carrera como futbolista profesional en Cerro en 1986. Tras cinco años en el albiceleste le llegó la oportunidad de pasar a Peñarol.
En 1992 el mirasol no llevó a cabo una buena temporada ya que tuvo cuatro entrenadores: Roque Gastón Máspoli, el serbio Ljubomir Petrovic, Juan Faccio y otra vez Máspoli.
Petrovic fue una de las grandes apuestas de Washington Cataldi, presidente de Peñarol en ese momento, para levantar al plantel. El serbio venía de dirigir al Espanyol de Barcelona y de ser campeón de Europa con el Estrella Roja en la temporada 1990-1991.
El director técnico serbio estuvo poco tiempo en el club. Pero dejó una frase que es recordada hasta la actualidad por el estado en que se encontraba el campo de juego y los vestuarios del Parque Paladino: “Catastrofa”, dijo con un español bastante rudimentario.
Baltierra explicó cuál fue la razón por la que Petrovic se fue de Peñarol. “En 15 días preparó un equipo para que fuera competitivo. Tenía ideas claras y él fue campeón de Europa. Era un gran entrenador que no se sostuvo porque tenía muchos familiares en la guerra de los Balcanes”, especificó.
En 1993 cambió la historia para Peñarol y comenzó el camino rumbo a su segundo quinquenio. “Llegaron muchos futbolistas grandes que pasaron por la selección uruguaya y se sumaron a los jugadores jovenes que habían en el plantel con ganas de triunfar. Entonces se conjugó todo y se armó el grupo que se sostuvo durante cinco años”, puntualizó el exmediocampista.
Actualidad
Danilo Baltierra se retiró como futbolista profesional en 2004 y en 2008 comenzó su etapa como técnico. Pasó por varios equipos y actualmente dirige al San Agustín de la Liga Universitaria (LUD).
Esa no es su única tarea laboral: durante el día trabaja en la distribución de fármacos junto a un amigo porque si solo se quedara con la LUD “estaría muy complicado” para solventar sus gastos.
El exfutbolista de Peñarol y Nacional no pudo hacer una diferencia económica y la corrida bancaria en 2002 tampoco lo ayudó. “Tuve un negocio familiar que no resultó y eso influyó. Pero la vida sigue y no te podés quedar”, dijo.
A raíz de todo lo que le tocó vivir, les hizo una recomendación a los futbolistas jóvenes: “Tienen que estudiar porque cuando se retiran del fútbol son jóvenes para la vida, pero lo único que lograron es jugar al fútbol. Eso sería una buena política. En mi caso yo estudié y me salvó la vida”.
Danilo Baltierra reflexiona, mira para atrás y siente mucho orgullo de su carrera ya que, en más de una oportunidad, repite que no son muchos los futbolistas que jugaron en Peñarol y Nacional y hayan ganado tanto como él ya que tiene cinco Uruguayos en su vitrina. Pero cuando le preguntan de qué equipo es hincha, no recula: “Soy de Cerro”.